Diario de cuarentena de Víctor Diusabá

¿Cuánto nos cambiará la vida y por qué no volveremos a ser los mismos? Desde abril el periodista y escritor Víctor Diusabá nos ha ido llevando a través de testimonios diversos, a este viaje sin regreso a la nueva cotidianidad.

Desde hoy el blog La Bernardi cuenta con un columnista y escritor invitado, Víctor Diusabá, quien con su pluma nos vas llevando cada día en estos Viajes sin regreso a la nueva cotidianidad, a preguntarnos ¿Cuánto nos cambiará la vida y por qué no volveremos a ser los mismos?

http://www.labernardi.com/invitados/diariodecuarentena/

Estos son algunos apartes del Diario de cuarenta.

JUEVES 2 DE ABRIL. “Nos enfermamos mi marido y yo al mismo tiempo más o menos. Empezó con dolor en el cuerpo, dolor de cabeza, como si fuera un dengue. Sin embargo empezó la fiebre y, para resumir, tuvimos 15 días de fiebre…” . Es Conchita Penilla desde el lugar de Francia donde habita con su marido. Espero que vayas mejor y que todo no haya sido más que un  susto para ustedes, aunque la otra huella – la mortal que cada vez es más grande en ese país, como lo es en casi toda Europa y en los Estados Unidos -, esa huella, no se borrará jamás…

* * *

MIÉRCOLES 1 DE ABRIL. Como diría mi mamá, terminé rendido. Y eso que no toca planchar. O sí, pero ahora no es necesario.
¿Es acaso el planeta una inmensa fábrica de producir polvo? Y los baños, ¿por qué nunca apreciamos un baño limpio y le damos el valor que merece?
¿Dónde están los secretos guardados del uso de la escoba, que ni siquiera tienen un buen tutorial en la red?
Y los espejos, ¿se limpian de arriba hacia abajo o de izquierda a derecha, o todas las anteriores?…

* * *

MARTES 31 DE MARZO. Han pasado 48 horas desde cuando me expuse al ir de compras a un mercado del pueblo donde habito. He cometido varios errores que quizás no me pasen factura porque, hasta donde se sabe y a esta hora, 6 y 29 de la tarde, no hay reporte de contagio en el lugar. Pero valió la pena. No soy el único que tiene miedo, lo cual me lleva a vivir como tonto en el mal de muchos.

Solo que, a la vez, he conocido a Sandra y ella me ha enseñado su rostro del valor, de la valentía. Es una mujer locuaz, tal cual ya me lo había advertido días antes Ómar, desde España, donde vive hoy al lado de parte de su familia la tragedia más grande de ese país desde la Guerra Civil  (1936 – 1939) y la posguerra

* * *

LUNES 30 DE MARZO. Dejé a punto muchas cosas ayer, esas que, igual, no voy a terminar hoy. La primera, el largo trecho, sobre el que no escribí, entre el primer confinamiento – decretado en todo el país a instancias de la determinación de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, secundada a regañadientes por el presidente Iván Duque, como parece será de aquí a ¿abril?, ¿mayo’, ¿junio? ¿más allá? de 2022…

* * *

DOMINGO 29 DE MARZO DE 2020. Son las 12 y 16 minutos del mediodía. Más que ser domingo, veo, por el calendario que hay en un mueble de la casa, que es domingo  29 de marzo de 2020. Ayer también parecía ser domingo, aunque era sábado.

En cambio, el viernes no tenía cara de viernes, ni tampoco de sábado; menos, de domingo. El viernes 27 fue anodino, nadie se dio cuenta que era viernes, el mejor día de la semana. Ya veremos cómo amaneceremos mañana, lunes. Porque el lunes de la semana pasada fue festivo y aunque, igual estábamos encerrados a la fuerza, el cerebro mandó órdenes de ‘puente’ al cerebro y nos lo tragamos entero, estuvimos dizque en descanso. ..