El 11 de septiembre de 2001, hacia las 9.30 a.m., mi mamá Graciela Ospina de Moya, sostenía un gran platón en su regazo, preparando la torta de la celebración de su octogésimo cumpleaños, cuando mis hermanos, con voz angustiada, nos advertían de lo que se convertiría en un fatídico día para el mundo occidental, el desplome de las Torres Gemelas.
Por Elsa María Moya Ospina. El 11 de septiembre de 2001, hacia las 9.30 a.m., mi mamá Graciela Ospina de Moya, sostenía un gran platón en su regazo, preparando la torta de la celebración de su octogésimo cumpleaños, cuando mis hermanos, Alejandro y Luis Carlos, con voz angustiada, nos advertían de lo que se convertiría en un fatídico día para el mundo occidental, el desplome de las Torres Gemelas.
En los extras del noticiero, las vimos derrumbarse frente a nosotros tan fácil como los huevos que quebraba y batía mi madre para la gran torta de la celebración familiar. Historias del mundo como ésta y todo tipo de anécdotas familiares girarán alrededor de la preparación de la Torta Negra tradicional y de su preparadora.
Los Ospina Mejía, como buena familia paisa, aprovechaban cada cumpleaños, primera comunión, matrimonio, grado y hasta los Jueves Santos, para convocar al mayor número de parientes y la Torta Negra era el centro de la decoración de la mesa para atender a los invitados y las respectivas fotografías.
Fue así como la receta pasó de las hermanas mayores a mi madre. Más específicamente de mi tía Camila Ospina de Bernardi, Quita, y se convirtió en una tradición, que daba para encuentros alrededor de su preparación, de comentarios sobre el color adquirido y hasta la facilidad de partir la tajada.
La llegada a Cali. Mis padres (1*), el abogado bogotano, Eduardo Moya (2*) y Graciela Ospina (3*), se casarían en Manizales el 18 de agosto de 1956. Luego de vivir en diferentes poblaciones ejerciendo como juez, se establecerían en Cali a los pocos años y fijarían su residencia en 1958 en uno de los apartamentos del Edificio Bernardi construido en el barrio El Peñón, por Antonio Bernardi(3*) (1954), donde él vivía con su esposa Camila Ospina y su familia. En el edificio naceríamos mi hermano Nicolás Alejandro y yo.
Mi tía Quita sería la ´maestra´ de su hermana menor en todo el manejo del hogar y así fue como en el menú de los Moya Ospina se plasmaron sus enseñanzas y su gran legado culinario, entre esas recetas están los espaguetis con carne de cerdo, el arroz con pollo y, por supuesto, la Torta Negra.
Hacer la torta requería de toda una logística y creaba mucha expectativa. Con meses de anticipación, la anfitriona de la fiesta, llamaba a mi mamá para coordinar todos los detalles ya que de acuerdo con el número de invitados definían las libras. Luego mi mamá dictaba los ingredientes y la cantidad y con todo comprado se armaba la “fiesta previa” unos 8 días antes de la celebración. A la batida llegábamos los espectadores a la espera de algo preciado, la taza, ese era nuestro premio por dar apoyo, los deditos sobraban y daban el visto bueno a la mezcla sin hornear. Sin ayuda, mamá llegó a batir a mano hasta seis libras, para que la torta le “subiera”. Asada la torta, todas las noches se mojaba con vino hasta dos días antes de cubrir con el pastillaje, que corría por cuenta de mis primas Italia y Gladys Bernardi Ospina.
El momento de central de la fiesta era la partida y la repartida de la esperada torta, seguida de la pregunta de los comensales, ¿Graciela hizo la Torta? y las sonrisas de satisfacción de la anfitriona y de mi mamá, no se hacían esperar.
Graciela Ospina Mejía nace en Santa Rosa de Cabal el 16 de septiembre de 1921 y muere el 28 de octubre de 2013 en Cali
Les comparto la receta sin secretos, es un homenaje a las mujeres que me dejaron como legado el amor por la culinaria: mi mamá, Graciela Ospina de Moya; mi tía Camila Ospina de Bernardi Quita y mis primas Gladys Bernardi Ospina e Italia Bernardi de Rengifo.
Receta de la Torta Negra de Graciela Ospina de Moya
(2*) Eduardo Moya Tovar nace el 10 de febrero de 1923 en Bogotá y fallece en Cali, el 5 de mayo de 1977. Sería Juez 11 Penal Municipal (30/07/1965 hasta 31/12/1970); 2 Juez de Instrucción (01/01/1970 al 05/05/1977) y su último cargo fue Juez 2 de Instrucción Criminal hasta 1977. (3*) Graciela Ospina Mejía nace en Santa Rosa de Cabal el 16 de septiembre de 1921 y muere el 28 de octubre de 2013 en Cali. (4*) Antonio Bernardi de Fina, constructor italiano nacido en Ponte Nelle Alpi, provincia de Belluno, Italia (6-10-1900), casado con Camila Ospina, la hermana de Graciela. Murió en Cali (Colombia) (25-03-1977).
En la tarde del 5 de mayo de 1977, se apagaría la vida del Juez de la República, Eduardo Moya Tovar, a solo unos pocos metros de su casa en el barrio El Refugio. Ese día mientras los caleños salían estremecidos del sopor de la siesta del mediodía ante la noticia y al país se le advertía como se silenciarían a hombres y mujeres encargados de impartir justicia; la vida de su familia cambiaría para siempre.
En la tarde del 5 de mayo de 1977, se apagaría la vida del Juez de la República, Eduardo Moya Tovar (1*), a solo unos pocos metros de su casa en el barrio El Refugio, al sur de Cali. Ese día mientras los caleños salían estremecidos del sopor de la siesta del mediodía ante la noticia y al país se le advertía como se silenciarían a hombres y mujeres encargados de impartir justicia; la vida de su familia cambiaría para siempre, con gran valor su esposa, Graciela Moya de Ospina(2*), seguiría adelante con sus tres jóvenes hijos, Elsa María, Nicolás Alejandro y Luis Carlos.
La impunidad. Durante 25 años el juez Moya ejercería justicia bajo el precepto que los derechos fundamentales del hombre no son negociables y así se lo enseñaría a los suyos, quienes clamarían por justicia a sus compañeros de oficio durante mucho tiempo, justicia que nunca llegaría para esclarecer la muerte de este servidor público. El proceso sería archivado antes de llegar a la verdad y 44 años después reposa en el olvido.
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Eduardo Moya Tovar en diferentes etapas de su vida: 1. con su hermano Hernando en Bogotá. 4. Uno de sus primero trabajos como juez. 5. En Bogotá.
El 9 de abril. La trayectoria de este abogado bogotano defensor de los derechos ciudadanos se remonta a su paso por las aulas de la Universidad Nacional y a su participación activa con un grupo de estudiantes, intelectuales y líderes gaitanistas en la toma de los micrófonos de la Radio Nacional el 9 de abril de 1948, para exigir la renuncia del presidente conservador, Mariano Ospina Pérez, e invitar al pueblo a marchar luego del magnicidio del caudillo liberal, Jorge Eliécer Gaitán.
La llegada a Cali. A inicio de la década del cincuenta, en plena época de la violencia partidista, Eduardo con sus padres, don Carlos Moya y doña Leonor Tovar, y su hermano, Hernando, debieron dejar Bogotá para trasladarse a Cali, sin él aún recibirse de abogado. Al poco tiempo conocería a los vecinos de oficina en el Edificio Hormaza (Carrera 5 con Calle 10), al constructor italiano Antonio Bernardi (3*), quien sería luego su concuñado, y a su hija y secretaria, Gladys Bernardi.
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Eduardo Moya ya en Cali: 6. En 1952 con su novia Graciela Ospina y7. con Álvaro Prieto Díaz, 8. en Circasia.
El noviazgo. La familia Bernardi Ospina sería la facilitadora de la relación que pronto entablarían Eduardo con la señorita Graciela Ospina Mejía, en uno de los tantos paseos de ella al Valle del Cauca, a visitar a Camila y Antonio, su hermana mayor y su cuñado. Desde los pocos meses de nacida, Graciela residía en Manizales desde 1922 cuando sus padres, Luis María y Ana Joaquina (4*), llegaron con sus 11 hijos por esos caminos montañosos a lomo de mula. Graduada de la Normal de Señoritas, ingresaría con el cargo de Secretaria del Gerente a Chocolate Luker (*5), la empresa más prometedora del Viejo Caldas con fábricas en Bogotá y Medellín y oficinas en Neiva y Cali.
Graciela: la libreta en la cual su padre Luis María Ospina apuntó su nacimiento, el 16 de septiembre de 1921. De niña con sus padres en la Hacienda El Bosque en Dosquebradas. De soltera con sus dos sobrinas Regina Bernardi y Aida Ocampo se dirigen a la misa dominical a la Catedral de Manizales. Abajo con sus padres y hermanos. Documento de identidad.
Matrimonio de aventura. Después de un largo cortejo a distancia, Eduardo pediría la mano de la más joven de las 9 hermanas Ospina y contraería nupcias el 18 de agosto de 1956 en Manizales. La pareja emprendería su vida de casados muy ligera de equipaje, con una maleta cada uno, mientras él como juez practicaba investigaciones entre Ubaté y Bogotá. Hacia 1958 ellos se establecerían en Cali y arrendarían el apartamentico del primero piso del Edificio Bernardi, construido por Antonio Bernardi (1954) en el barrio El Peñón, donde el italiano vivía con su esposa Camila Ospina y su familia.
Arriba: Matrimonio el 18 de agosto de 1956 en Manizales. Edificio Bernardi en Cali en los años 60: Graciela, Eduardo con Elsa María y Antonio Bernardi y Camila Ospina, con su hija Italia y sus hijos, y sus sobrinos Elsa María y Alejandro, quienes nacerían allí.
Diligencias peligrosas. Mientras la familia crecía con la llegada de Elsa María (1959) y Nicolás Alejandro Moya Ospina (1960), el juez Moya Tovar residiría por temporadas cortas en zonas ´rojas´ a donde se le destinaba para investigar los delitos y sus autores, como en Caloto (Cauca) y el corregimiento tulueño de Barragán en las montañas del Valle del Cauca.
El caso de Antonio Larrota. Hacia 1961, tendría a su cargo unas de las diligencias más arriesgadas de su carrera, el caso del asesinato de Antonio María Larrota González, considerado por unos como un activo joven líder de izquierda y por otros como un organizador de cuadrillas de bandoleros en Tacueyó (Cauca). Eduardo y la comisión que se desplazaba para el levantamiento del cuerpo, estuvieron a punto de ser emboscados en El Salado, un recóndito paraje del municipio de Corinto.
La calma de la Isla Prisión. Los años pasaban y aunque Eduardo acumulaba experiencia, él no había podido recibirse de abogado ya que su tesis sobre ´El Abuso de Confianza´ era muy extensa y las comisiones encomendadas no le dejaban mucho tiempo.
En 1963 quedaría libre una vacante de juez en la cárcel de máxima seguridad que hacía poco el Gobierno del presidente Alberto Lleras Camargo construiría en la Isla Gorgona para recluir a los reos más peligrosos de todo el país ya que era casi imposible una fuga de ese territorio inaccesible, entre la selva y un Océano Pacífico infestado de tiburones, a 35 kilómetros de la Costa. Eduardo y Graciela tomarían una decisión trascendental para la carrera de él y para las finanzas de la familia; solicitar el traslado a la penitenciaría.
En 1963 Graciela con sus dos hijos en Gorgona.
Una mujer en la Isla Prisión. Todo el grupo familiar, los esposos con sus dos pequeños hijos y los padres de Eduardo arribarían al muelle de la Isla Prisión y vivirían 18 meses en ese paraíso tropical declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982.
Graciela sería una de las pocas mujeres que habitaría esa isla rodeada de guardianes, funcionarios y el personal de salud y la Armada que llegaba de cuando en vez. Lugar donde Eduardo, además de reivindicar los derechos de los recluidos y trabajar en su tesis de grado, compartiría con su familia dos de sus grandes pasiones, la pesca con anzuelo, actividad que realizaría todas las noches con su esposa, y la natación en los paseos dominicales a la playa donde sus pequeños hijos iniciarían sus primeras experiencias acuáticas.
Diferentes momentos de la vida de casados de Eduardo y Graciela. 1968: Graciela y Eduardo con el presidente Carlos Lleras durante las celebraciones de 20 años de egresado de la Universidad Nacional en Bogotá.Abajo1967: Foto de toda la familia en Primera Comunión de Elsa María y Nicolás Alejandro en el barrio El Refugio.
A Cali. Con el dinero ahorrado, los Moya Ospina comprarían su casa en El Refugio, a unas cuadras de la Calle Quinta; hacia 1966 llegarían a esta urbanización de clase media construida por Fenalco, con su tercer hijo, Luis Carlos. Eduardo ya con su título en mano, sería nombrado Juez 11 Penal Municipal y al final se desempeñaría como Juez 2 de Instrucción Criminal. En 1969, volvería a tener un caso complicado, el secuestro de los ciudadanos suizos Werner Straessle y Hermman Buff, perpetrado en Cali.
Como libre pensador que era, Eduardo con un colectivo de médicos y abogados, participaría en la creación del Colegio Ideas en 1973, con un modelo pedagógico bastante innovador para ese momento.
El retorno a Gorgona. El 4 de enero de 2004, Graciela acompañada de sus dos hijos mayores quienes iban a bucear, retornaría a la Isla Gorgona, cuando ya era un Parque Nacional Natural dedicado a las investigaciones científicas por la riqueza de su biodiversidad. A sus 82 años desembarcaría en el mismo muelle para recorrer los vestigios de la cárcel, contarle a los visitantes múltiples historias sobre la vida en la Gorgona de los años 60 y recordar en el mismo lugar, los años felices con su esposo.
Graciela Ospina seguiría muy unida a su familia de Manizales (ver las dos fotos de arriba). Y en sus últimos años, con sus tres hijos y su sobrina Regina Bernardi y en su celebración de 90 años con su familia en Cali.
Fuentes citadas. *Gracias a la narración de mi prima, la abogada Elsa María Moya Ospina, mi madre, Regina y mi tía Italia Bernardi Ospina se han reconstruido las vivencias de la familia Moya Ospina. Archivo fotográfico de las familias Moya Ospina y Bernardi Ospina.
(1*) Eduardo Moya Tovar nace el 10 de febrero de 1923 en Bogotá y fallece en Cali, el 5 de mayo de 1977. Sería Juez 11 Penal Municipal (30/07/1965 hasta 31/12/1970); 2 Juez de Instrucción (01/01/1970 al 05/05/1977) y su último cargo fue Juez 2 de Instrucción Criminal hasta 1977. (2*) Graciela Ospina Mejía nace en Santa Rosa de Cabal el 16 de septiembre de 1921 y muere el 28 de octubre de 2013 en Cali. (3*) Antonio Bernardi de Fina, constructor italiano nacido en Ponte Nelle Alpi, provincia de Belluno, Italia (6-10-1900), casado con Camila Ospina, la hermana de Graciela. Murió en Cali (Colombia) (25-03-1977). (4*) Luis María Ospina Arcila, ´papá Luis´: 1870 Aranzazu – julio 9 de 1943 Bogotá y Ana Joaquina Mejía Gutiérrez, ´mamá Anita´: 1877 Pacora – julio 22 de 1963 Manizales.(*5) Chocolate Luker, empresa fundada en la Hacienda La Enea de Manizales en 1906.