La historia del constructor inmigrante, Antonio Bernardi, por Rai Italia

En el programa «L’Italia con voi» que destaca a los italianos por el mundo, cuentan la historia de vida de Antonio Bernard🇮🇹, un ingeniero bellunese que llegaría a Colombia🇨🇴 para establecerse en 1926. En esta emisión, Ernestina Dalla Corte destaca su legado urbanístico y arquitectónico, bastante innovador para la época, en varias ciudades colombianas

En el programa «L’Italia con voi» que destaca a los italianos por el mundo, cuentan la historia de vida de Antonio Bernard🇮🇹, un ingeniero bellunese que llegaría a Colombia🇨🇴 para establecerse en 1926. En esta emisión, Ernestina Dalla Corte destaca su legado urbanístico y arquitectónico, bastante innovador para la época, en varias ciudades: Manizales, Armenia, Ibagué, Bogotá, Girardot y Cali. Tres de sus muchas obras fueron declaradas Bien de Interés Cultural de la Nación (BICN), o sea monumentos nacionales: la Estación del Ferrocarril y la Plaza de Mercado de Armenia (demolida) y el Teatro Tolima en Ibagué.

Emisión del 18 de junio de 2021, del programa «L’Italia con voi´de Rai Italia. Hacia los 5 minutos arranca la narración sobre Antonio Bernardi

La presentadora ha descrito a Antonio como un Romeo por las colinas que debía hacer en las empinadas calles de Manizales para poder visitar hacia 1927 a su joven novia, Camila Ospina, con quien se casaría luego de recibir la certificación de soltería del párraco de Ponte Nelle Alpi.

El constructor Antonio Bernardi De Fina, nació en PonteNelle Alpi (Belluno 06-10-1900) y murió en Cali, Valle del Cauca, Colombia (25-03-1977).

El inicio de una década en la Sultana del Valle

Ese lunes primero de mayo de 1950, mientras el país conmemoraba el Día Internacional de los Trabajadores y en los titulares de la prensa se registraba la violencia entre liberales y conservadores, los Bernardi Ospina abordarían el tren en la Estación de Armenia, con destino a Cali, la capital del Valle del Cauca, que ya sobresalía como polo de desarrollo agro industrial, comercial y financiero.

Ése lunes primero de mayo de 1950, mientras en el país se conmemoraba el Día Internacional de los Trabajadores y se registraba la violencia entre liberales y conservadores en los titulares de la prensa, los Bernardi Ospina abordarían el tren en la Estación de Armenia, -la edificación construida 20 años atrás por Antonio- con destino a Cali, la capital del Valle del Cauca, que ya sobresalía como polo de desarrollo agro industrial, comercial y financiero.

Antonio, Camila, Regina, Gladys, Italia y Mainardo (1*), se despedirán de su familia del Viejo Caldas y de la ciudad habitaron durante doce meses como en otras ocasiones. A modo de bienvenida se colaría por la puerta del vagón  en el que se habían acomodado los seis pasajeros, la primera brisa caliente de ese territorio que bordea el valle geográfico del río Cauca.

Las inundaciones del Cauca.  Ellos descubrirían la belleza paisajística del Valle del Cauca enclavado entre dos cordilleras, la Central y la Occidental, así como también la dulzura de su mecato artesanal entre parada y parada de su travesía en la ruta ferroviaria de la derivación Zarzal – Armenia. Y con el traqueteo de la máquina aparecerían también, los estragos ocasionados por los fuertes temporales del fenómeno climático de La Niña: hectáreas anegadas de cultivos de caña, algodón, maíz, sorgo y cacao; semovientes flotando, y fincas y poblaciones ribereñas cubiertas por las aguas del Cauca y sus afluentes.

Al cabo de unas horas la ruidosa y humeante locomotora de este medio de transporte y de comunicación que se convertiría en el símbolo del progreso y el camino hacia la modernidad del departamento al acercar al interior del país con el puerto de Buenaventura y el Canal de Panamá, irrumpiría con su pito por el norte de Cali como lo había hecho estrepitosamente por primera vez en ese lejano 1915. Los niños que corrían al lado de los rieles anunciarían la parada final para alegría de los Bernardi Ospina.  

La Estación de la 25. Ellos descenderían en la antigua y bastante concurrida Estación del Ferrocarril de la Calle 25, una hermosa construcción donde la algarabía de la multitud de apresurados viajeros, personas con arrumes de maletas, vendedores ambulantes, emboladores y todo tipo de personajes tradicionales del Cali viejo, ofrecían un espectáculo revelador esta ciudad desde la cual el suroccidente colombiano se comunicaba con el mundo y a la cual arribaban 6 nuevos habitantes.  

La casa de arriendo. La familia se alojaría los primeros días en un hotel del centro mientras llegaba la mudanza con sus pertenencias. Rápidamente Camila encontraría para alquilar una vieja casona en la Carrera 9 entre Sexta y Séptima, propiedad del doctor Orozco Micolta y la señora Emma Varela, que se acomodaba a su exiguo presupuesto; y matricularía a a los dos jovencitos de la familia en sus respectivos planteles; a Italia en el Colegio La Sagrada Familia del barrio El Peñón y a Mainardo en el San Luis Gonzaga, en la sede del centro, para iniciar año lectivo en septiembre de 1950.

El constructor en acción. Muy pronto Antonio retomaría su carrera de constructor a sus casi 50 años con la gran experiencia urbanística y arquitectónica en Manizales, Armenia, Ibagué, Girardot y Bogotá que lo respaldaba. Montaría su oficina en el Edificio Hormaza (Carrera 5 con Calle 10) y su hija Gladys se desempeñaría como su secretaria y dibujante; y desde ahí contactaría a su amigo y paisano, el ingeniero romano, Renato Giovannelli, y sería éste calculista estructural quien le abriría las primeras puertas y mandaría los primeros clientes.

Fábrica de Celanese. Al poco tiempo Bernardi ya tendría dos ofrecimientos, construir el Edificio Magun en la Avenida Colombia de Cali y levantar la fábrica de Celanese en Acopi, que recibía ya para ese entonces las plantas de multinacionales que optaban por asentarse en la zona industrial del municipio vecino de Yumbo, por las ventajas competitivas que se ofrecían: exención de impuestos y menores costos de producción y distribución.

Las piezas del engranaje familiar se acomodarían. Antonio, con un sueldo mensual de solo $600 pesos se emplearía en Celanese, luego de trabajar 20 años como constructor independiente. Cada mañana durante 4 años, madrugaría para tomar el bus de la empresa llevando el almuerzo que Camila le preparaba. Ella, por su parte, quien administraba las finanzas familiares, decidiría buscar otras entradas, para ello acudiría a su primo hermano también de Santa Rosa de Cabal, Artemo Franco Mejía, para que por medio de sus buenas relaciones como gerente del Banco de Bogotá, les consiguiera puesto a las dos hijas mayores. Las dos señoritas entrarían a la vida laboral en los almacenes femeninos de más renombre de la ciudad, Regina trabajaría como vendedora del ´Van Realpe` del señor Tafur  y Gladys como cajera de ´Fantasías Femeninas´ en el edificio Zaccour.

Y el 31 de diciembre de 1950, en esa Cali atravesada por un río que con más de 200 mil habitantes se expandía a toda velocidad ante la avalancha del éxodo campesino producto de la Violencia; en esa urbe en la cual se fusionaban diversas culturas y etnias en sus calles, que ya ostentaba el apelativo de Capital Deportiva y en la cual sus noches vibraban al son de un ritmo musical venido de las Antillas; los Bernardi Ospina con el espíritu resiliente de los inmigrantes italianos y arrieros paisas, se acostarían ese fin de año con una certeza, al fin habían llegado a su ciudad.

Nota. Los anteriores artículos de esta serie de la familia Bernardi desde el momento que Antonio salió de Italia, recorrió Suramérica y llegó a Colombia en 1926 para luego recorrer diferentes ciudades del país en momentos coyunturales de la historia, los puede leer en la Categoría Antonio Bernardi de este blog.

Ilustración de portada. Diseñadora Paula Henao. Fuentes citadas. *Gracias a la narración de mi madre, Regina y mi tía Italia Bernardi Ospina se han reconstruido las vivencias de la familias Bernardi Ospina a su llegada a Cali. Archivo fotográfico: familia Bernardi Ospina.

(2*) Fotografías antiguas de diarios, de Cali y del río Cauca de la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero y el Fondo Archivo del Patrimonio Fotográfico y Fílmico del Valle del Cauca.

(1*) Antonio Bernardi de Fina nació en Ponte Nelle Alpi, provincia de Belluno, Italia (6-10-1900), hijo de Teodoro Bernardi y Regina De Fina. Murió en Cali (Colombia) (25-03-1977). Camila Ospina Mejía, nació (6-04-1905) en Pereira, departamento de Risaralda – hija de Luis María Ospina y Ana Joaquina Mejía. Murió en Cali, Colombia. Regina Bernardi nació en Manizales el 24 de julio de 1929, actualmente vive en Cali. Gladys Bernardi nació en Manizales el 11 de mayo de 1931 y murió el 8 de abril de 2002 en Cali. Italia Bernardi nació en Armenia el 18 de enero de 1935, actualmente vive en Cali. Mainardo Bernardi Ospina, nació en Armenia el 19 de febrero de 1938 y falleció en Cali el 28 de enero de 2011.

El desplome de un patrimonio nacional, la Plaza de Mercado de Armenia

Un incendio y un terremoto ocurridos en Armenia en un intervalo de 54 años, marcarían el inicio y el final de su Plaza de Mercado inaugurada en 1938, el año en que Antonio Bernardi y su familia tomarían la decisión de despedirse de los armenios.

Un incendio y un terremoto ocurridos en Armenia en un intervalo de 54 años, marcarían el inicio y el final de su Plaza de Mercado (*4). Por causa del primer desastre sucedido en 1935, se dotaría a esta población de una obra vanguardista elevada a la categoría de monumento nacional, pero sería la segunda tragedia acaecida en 1999, la que desencadenaría el derrumbe de esta edificación de incalculable valor patrimonial para la arquitectura colombiana y la memoria urbana de la ciudad, ante una decisión arbitraria de la Alcaldía de turno.

Las llamas del 8 de septiembre de 1935. El fuego consumiría el primer mercado público que tuvieron los armenios en la Calle del Chispero (Plaza Cervantes), ese amanecer del 9 de septiembre contemplarían los escombros humeantes de una de las primeras construcciones relevantes que tenía este pueblo cafetero fundado por colonizadores antioqueños que con 46 años (*5), ya rondaba por los 52 mil habitantes y había iniciado su transformación urbanística empujada por el café y la llegada del tren.

Concurso público. Con la indemnización que pagaría la Compañía Colombiana de Seguros, ese mismo año la Alcaldía Municipal de Armenia sacaría los pliegos del concurso público para la nueva Plaza Central de Mercado cubierta y destinaría un lote de 4 manzanas de 28 mil m2, comprendido entre las carreras 16 y 18 y las calles 15 y 16.

ABC, la firma ganadora. El constructor italiano Antonio Bernardi (*1), el arquitecto Lino Jaramillo y el escultor Roberto Henao, estos dos de Armenia, ganarían la licitación para construir una central de aprovisionamiento de víveres de gran dimensión y muy innovadora para ese momento de la arquitectura en Colombia, con pórticos abovedados de concreto reforzado, especialidad de la firma ABC del ingeniero italiano. Cuentan que su diseño art deco estaba inspirado en el Pabellón de Francia en la Exposición Universal de París de finales del siglo XIX.

Dos años de obras. Los armenios serían testigos de la magnitud del complejo que construía la firma ABC a partir de 1936, sobre el terreno delinearon calles interiores peatonales y para el descargue de los productos, y alrededor de la Plaza trazaron vías exteriores amplias que permitían el parqueo y la circulación de automóviles y camiones. A diario Antonio, Lino y Roberto supervisaban como se levantaban los 4 gigantes pabellones, con cubiertas altas y estructuras aporticadas.

Los rasgos característicos del art deco se manifestaban en la volumetría y en los elementos decorativos de la torre de acceso.

La torre vigía. Sobre la Calle 17 emergía la torre administrativa con elementos decorativos art deco, ésta sería por medio siglo el edificio más alto de la ciudad, pintado con los colores de la bandera del departamento. Para 1938, la firma ABC entregaría la nueva Plaza Central de Mercado pública para celebrar el cincuentenario del municipio.

La Plaza floreció. Era el centro de la cultura cuyabra, el lugar de encuentro de amas de casa, comadres y empleadas del servicio quienes, con canastos en mano, se enterarían ahí de las noticias del día y los chismes del barrio, y se aprovisionarían cómodamente en el pabellón correspondiente de carnes de cerdo y res y aves de corral, frutas y verduras frescas, granos y cacharros. Se convertiría en un polo de desarrollo, un pujante centro de acopio, comercio y almacenamiento del café y productos agropecuarios donde campesinos, cafeteros, mercaderes y comerciantes de la región establecerían sus locales hacía las calles, donde llegarían los buscadores de oportunidades y se instalarían los transportadores y hacia finales de los cuarenta, los jeeps Willys de los cafeteros.

Los Bernardi se despiden de Armenia

En ese mismo 1938, Antonio Bernardi recibiría a su hijo menor, Mainardo (*), el 19 de febrero; su firma constructora ABC entregaría a Armenia uno de sus edificios más emblemáticos, la Plaza de Mercado y él cumpliría 10 años como actor transformador de un pueblo de bahareque a una ciudad en plena evolución, con el desarrollo de significativas obras urbanísticas y un sin número de edificaciones de diferentes usos en ferroconcreto.

Sin embargo, la vida de los Bernardi Ospina empezaría a resquebrajarse en Armenia, ya que para esos años ganarían terreno las ideas regionalistas al interior de esa sociedad que primero les abrió sus puertas, pero que ante el prestigio y el éxito de su firma constructora algunos sectores fraguarían una campaña de desprestigio contra el ingeniero italiano. Estos hechos llevarían a Antonio y Camila a tomar una decisión que cambiaría para siempre el curso de la vida familiar. Retirarían del colegio a Regina, su hija mayor, venderían la maquinaria de la firma ABC y la residencia edificada por Antonio en el parque Uribe y encargarían al mayordomo de su finca ´La Rústica´ en Circasia.

Con sentimientos encontrados esta pareja le diría adiós a Armenia para emprender una nueva vida en Ibagué y luego en Bogotá, justo cuando las sombras de la Segunda Guerra Mundial empezarían a posarse sobre Antonio y Camila y sus cuatro hijos.

La Plaza elevada a Monumento Nacional. Hacía ya 18 años que Antonio Bernardi había fallecido, cuando su familia residente en Cali, se enteraría en octubre de 1995, que había sido declarada Monumento Nacional por el Ministerio de Educación, la Plaza de Mercado de Armenia con otros 16 inmuebles representativos del patrimonio arquitectónico moderno en Colombia. Esa buena nueva parecía anunciar aires de renovación urbana para la edificación y la zona, que se habían ido deteriorando con el paso del tiempo al punto que los armenios ya no eran conscientes del valor de su Plaza.

La estocada final. El terremoto que sacudió al eje cafetero, el lunes 25 de enero de 1999, y que dejaría una estela de víctimas y devastación, sería la tragedia que aprovecharía la Administración Municipal para pasar por el alto la recomendación del Consejo de Monumentos Nacionales de no demoler la Plaza, porque prevalecían los valores patrimoniales, urbanísticos y arquitectónicos de la edificación. Fue un golpe seco el que se escuchó el 20 de abril de 1999 a las 6 de la tarde, en pocos segundos y a mansalva, se borraría una parte muy representativa de la memoria de los años 30 de Armenia y de Colombia.

Ilustración de portada. Diseñadora Paula Henao.  Fuentes citadas. *Gracias a la narración de mi madre, Regina y mi tía Italia Bernardi Ospina se han reconstruido las vivencias de la familia Ospina Mejía en esa época. *A la arquitecta María Eugenia Beltrán por la recopilación y visibilización de la obra que ha hecho de Antonio Bernardi en diferentes investigaciones. Archivo fotográfico: familia Bernardi Ospina y arquitecta Beltrán Franco.

 (1*) Antonio Bernardi de Fina nació en Ponte Nelle Alpi, provincia de Belluno, Italia (6-10-1900), hijo de Teodoro Bernardi y Regina De Fina. Murió en Cali (Colombia) (25-03-1977). (2*) Camila Ospina Mejía, nació (6-04-1905) en Pereira, departamento de Risaralda – hija de Luis María Ospina y Ana Joaquina Mejía. Murió en Cali, Colombia (11-10-1970). (*3) Mainardo Bernardi Ospina, nació en Armenia el 19 de febrero de 1938 y falleció en Cali el 28 de enero de 2011.

(*4) Plaza de Mercado de Armenia construida entre 1936-1938, por Antonio Bernardi, Lino Jaramillo y Roberto Henao, fue declarada primero Monumento Nacional por el Decreto 1802 del 19 de octubre de 1995 del Ministerio de Educación y luego ratificada como BICN (Bien de Interés de la Nación) por el Ministerio de Cultura Fue demolida el 21 de abril de 1999 en un decisión controvertida por la Alcaldía.(*5) Armenia, fundada en 1889 perteneció al departamento de Caldas hasta 1966, en la actualidad es capital del departamento de Quindío y una de las principales ciudades del eje cafetero colombiano. El nombre proviene del país euroasiático.

Documentos de consulta.  (6*)Armenia. Albúm de fotografías editado por la Cámara de Comercio de Armenia en los Talleres VIGIG en 1936, de los principales aspectos de Armenia, urbanos y rurales con apuntes cortos de explicación. Testimonio de una ciudad en permanente evolución. Investigación de la arq. María Eugenia Beltrán Franco, Beca Convenio Andrés  Bello 1999 y publicada 2006. El  Libro Fragmentos de la Memoria de la ciudad de Armenia Años 30 al 36 del siglo XX – obra de Antonio Bernardi de las arquitectas María Eugenia Beltrán y Laura Ossa Sánchez, fue el documento base para escribir sobre las obras de Antonio Bernardi en esa ciudad, donde se describe con una ficha técnica, que obras están aún en pie y cuales fueron demolidas por diferentes circunstancias. Armenia enclave exportador de café 1927-1959 de Gonzalo Alberto Valencia, Miguel Ángel Rojas y María Eugenia Beltrán, publicado por el Ministerio de Cultura 2016. Armenia, Pereira y Manizales: reseña histórica de su desarrollo urbano durante el siglo xx del arquitecto Andrés Eduardo Satizabal Villegas.

Los primeros años y las construcciones de Antonio Bernardi en Armenia, entre 1929 y 1938.

El cerco del Gobierno Colombiano al constructor italiano, Antonio Bernardi, durante la Segunda Guerra Mundial

La historia de Antonio Bernardi De Fina (1*) en Colombia durante el conflicto bélico mundial más sangriento del siglo XX, es como la de muchos inmigrantes italianos que vivieron una época verdaderamente complicada en los países del continente americano donde habían echado raíces.

1939. Al inicio de la Segunda Guerra Mundial ya era reconocido el trabajo innovador de este constructor italiano de 39 años, en tres regiones del país donde dejó su impronta. En  Manizales (a*) con Papio Bonarda & Co (c*) y en Armenia (b*) e Ibagué con su propia firma (2*), introdujo las estructuras de ferro concreto en las obras que edificó con un estilo contemporáneo y perdurables en el tiempo, tres de ellas fueron declaradas muchos años después BICN (Bien de Interés Cultural de la Nación – d*). Asimismo, Bernardi le cambió la cara a estas tres ciudades desde el aspecto urbanístico ya que pavimentó sus calles centrales en concreto e instaló las redes domiciliares subterráneas de acueducto y alcantarillado (*3).

Patrimonio y familia. En esos 13 años que llevaba residiendo en territorio colombiano, Antonio creó un sólido patrimonio económico y se casó con la normalista caldense, Camila Ospina (1a*), con quien tenía cuatro hijos colombianos, Regina (10), Gladys (8), Italia (4) y Mainardo (1). En medio de la incertidumbre, él tomó medidas para proteger a su familia italiana en la medida de sus posibilidades, recibió en su casa y oficina de constructor a su sobrino mayor, Teodoro Bernardi,  de 18 años, quien viajó para evitar ser llamado a filas por el ejército italiano; y envió hasta Ponte Nelle Alpi (Belluno) con recursos para mamá Regina (4*) a su hermano menor, Mainardo (5*), con quien había trabajado en Manizales y Armenia.

10 de junio de 1940. Hacía pocos meses la familia se había instalado en Bogotá, cuando Camila escuchó un ´extra´ por la radio, ¨la Italia fascista ingresaba oficialmente a la guerra al lado de la potencias del Eje¨. Ella misma aún no dimensionaba el gran riesgo que su esposo italiano corría en su país. Él, por su parte, a la preocupación constante por la suerte de su familia italiana ante la escasez de cartas que llegaban de cuando en vez y censuradas, ahora se le sumaba el bienestar de su familia colombiana y el acceso al trabajo. 

Colombia: «neutral, pero no indiferente«. El gobierno liberal de Eduardo Santos (1938-1942) fijó su posición en concordancia con EE.UU., declaró enemigos potenciales a japoneses, alemanes e italianos que vivían en el país, quienes para la época sumaban unos 12 mil, de ellos unos 1.500 italianos. A partir de ese momento se empezó a sentir la mano dura contra estas tres comunidades.

Amico & Bernardi en Bogotá. ¨Al estallar la Guerra la situación de mi papá se volvió muy difícil, nos fuimos a vivir a Bogotá en 1940, donde constituyó la firma Amico & Bernardi con su amigo italiano Mario Amico, quien en su condición de nacionalizado, sí podía negociar con el Estado. Las oficinas eran en el Edificio Cubillos, con ellos ingresó a trabajar mi primo Teodoro, quien era dibujante¨: evoca Italia Bernardi.

Antonio y Camila intentaban llevar una vida normal, matricularon a Regina, Gladys e Italia en el Colegio El Carmelo y se blindaron con un círculo íntimo integrado por la hermana, Teresa Ospina y su esposo, el mecánico italiano, Mario Mirkow y el matrimonio de Natalia Sorzano y Mario Amico.

Regina Bernardi, quien para ese entonces tenía 11 años, añade: ¨la época de la Guerra fue muy dura y de muchas privaciones, como mi padre no se nacionalizó como hicieron muchos, no podía participar en licitaciones públicas. Se le impidió movilizarse libremente por el territorio nacional, cada 8 días debía reportarse y la Policía irrumpía en nuestra casa en cualquier momento. Nos prohibieron tomar clases de italiano y las reuniones de la colonia italiana¨.

Diciembre de 1941. La tensión diplomática fue subiendo a alerta naranja y así lo registró la prensa mundial y nacional, un día los titulares se centraron en la lista negra de personas y empresas que emitió EE.UU., otro día se enfocaron en el ataque japonés a la base de Pearl Harbor, y luego dedicaron páginas enteras a la declaración de guerra de Norteamérica a los países del Eje.

Colombia no se quedó atrás, rompió relaciones con Alemania, el Imperio del Japón y el Reino de Italia, envió soldados para apoyar a los Aliados; y firmó un decreto en enero de 1942 para congelar cuentas bancarias, embargar comercios y confiscar bienes de alemanes, italianos y japoneses domiciliados en nuestro país «para resarcir a Colombia por los perjuicios de guerra«. (*6)  

Un cerco asfixiante. ¨Todos los bienes a nombre de mi padre, como la maquinaria, fueron decomisados. Se salvaron una finca cafetera en el municipio de Circasia ( e*- Quindío) y nuestra residencia en el Bosque Calderón Tejada en Bogotá, que estaban a nombre de mi madre. Su movilización en el país estaba limitada a Bogotá, donde permanentemente era requerido por la Policía y registrado con el objeto de saber si tenía propaganda política. En nuestra casa había un afiche de Mussolini que fue escondido bajo la cama de la empleada del servicio hasta que terminó la guerra¨: agregó Italia Bernardi.

La presidencia turbulenta de Alfonso López Pumarejo (1942-1945). Entre 1942 y 1943 la opinión pública nacional aplaudió la expulsión de buena parte de los ciudadanos del Eje y se atemorizó cuando la batalla naval del Atlántico extendió sus tentáculos hasta cerca de la Isla de San Andrés, donde aparentemente submarinos nazis hundieron tres goletas colombianas: Resolute y Roamar, en junio y julio de 1942 y Ruby, en noviembre de 1943. La mayoría de los colombianos aprobó que para finalizar ese año, el gobierno declarara el ¨estado de beligerancia¨ y ordenara la detención de los alemanes y japoneses que vivían acá.

A pesar de todas las medidas, Antonio Bernardi y los arquitectos constructores, Salomón Aquino y Mario Amico, con la firma ABC, lograron construir obras importantes en Bogotá. La sede de las Hermanas Maristas, detrás del Palacio Presidencial; varios edificios: Stella (Cra 6 con Calle 11), La Salle en Chapinero y Colón en el centro. Y estructuras para el Matadero Central y residencias familiares.

Campo de concentración de Fusagasugá. Cuando la guerra entró en el quinto año, la peor amenaza estaba aún por llegar a la casa de los Bernardi, cada día rezaban para que el papá no fuera confinado en el campo de concentración que el Gobierno habilitó entre 1944 y 1945,en el hotel Sabaneta de Fusagasugá, a unos 80 kilómetros de Bogotá. Y donde permanecieron recluidos alrededor de 100 ciudadanos alemanes, japoneses y algunos italianos, hasta el final de la contienda bélica.

Texto del Diario Oficial del 9 de marzo de 1944: (…) por el cual se señala un Señálese el hotel ¨Sabaneta¨, Municipio de Fusagasugá, Departamento de Cundinamarca como lugar de concentración para extranjeros de que se trata el Decreto, 2643 de 1943 ( …)

La posguerra. El mes de mayo de 1945 marcó el fin de la Segunda Guerra Mundial y la derrota de los países del Eje, pero para nada el retorno a la normalidad y menos, de la paz. Con los años de la posguerra llegó un nuevo orden mundial e Italia vivió grandes transformaciones políticas y sociales. Para Antonio, fue trágico el saldo familiar en su patria, un sobrino desapareció en un submarino y su hermano Mainardo Bernardi De Fina, nunca llegó a Ponte Nelle Alpi para apoyar a la familia, fue brutalmente asesinado en el puerto de Guayaquil.

En Colombia, a los ciudadanos del llamado Eje, el gobierno no les devolvió las propiedades confiscadas y las escrituradas a amigos o socios, salvo excepciones, tampoco retornaron a sus dueños originales. En los meses y años que se sucedieron, cada vez fueron más persistentes la tensión y la violencia, que resintieron la vida cotidiana de los Bernardi durante sus 8 años de estadía en Bogotá. Su adiós a la Capital y el retorno a la finca en Circasia se daría luego del ´Bogotazo´en 1948 (*7), para luego dar el salto definitivo a Cali. Esa será otra historia!!!

Ilustración de portada. Diseñadora Paula Henao. Archivo fotográfico: familia Bernardi Ospina y arquitecta María Eugenia Beltrán.

Fuentes citadas. *Gracias a la narración de mi madre, Regina y mi tía Italia se han reconstruido las vivencias de la familia Bernardi Ospina en esa época; y Jorge Alonso Rengifo Bernardi por el trabajo de digitalización del archivo fotográfico de la familia Bernardi Ospina.

FAMILIA BERNARDI OSPINA: (*1) Antonio Bernardi de Fina constructor italiano nacido en Ponte Nelle Alpi, provincia de Belluno, Italia (6-10-1900) y fallecido en Cali, Colombia (25-03-1977). Hijo de Teodoro Bernardi Viller (hijo de Bartolo Bernardi y Yacomina Viller, murió en 1918) y (*4) Regina De Fina Zitran de Bernardi (nació en 1865 y murió en Ponte Nelle Alpi – Belluno en 1955). (1a*Camila Ospina Mejía, nació (6-04-1905) en Pereira, en el antiguo Gran Caldas, hija de Luis María Ospina y Ana Joaquina Mejía. Murió en Cali, Colombia (11-10-1970).  Regina Bernardi nació en Manizales el 24 de julio de 1929, actualmente vive en Cali. Gladys Bernardi nació en Manizales el 11 de mayo de 1931 y murió el 8 de abril de 2002 en Cali. Italia Bernardi nació en Armenia el 18 de enero de 1935, actualmente vive en Cali. Mainardo Bernardi Ospina, nació en Armenia el 19 de febrero de 1938 y falleció en Cali el 28 de enero de 2011.

(1*)

(a*) Los municipios del eje cafetero colombiano, Manizales (fundado en 1849) y (*b) Armenia (fundado en 1889) pertenecían al antiguo departamento del Viejo Caldas (1905 y 1966). (c*) Papio Bonarda & Co, firma italiana de arquitecturaingeniería y construcción, fundada por Angelo Papio y Giancarlo Bonarda, participó en la modernización de Manizales en los años 20: construcción de la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Rosario. En Cali, construyeron el primer palacio de San Francisco y El Palacio Nacional. (d*) Listado de Bienes Declarados Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional, actualizado al 5 de diciembre de 2019. Grupo de Investigación y Documentación de Patrimonio del Ministerio de Cultura. (*e) La finca ´La Rústica´ de la familia Bernardi Ospina en Circasia, Quindío, entre 1935 y 1953.

(*e)

(*2) Artículo Teatro Tolima, 80 años de una joya con el sello Bernardi, publicado en el blog La Bernardi,el cual se narra el periodo 1938 – 1940 de las obras construidas por Antonio Bernardi en Ibagué y la vida de la familia en esa ciudad. 

(*2)

(*3) Apartes del libro Fragmentos de la Memoria de la ciudad de Armenia Años 30 al 36 del siglo XX – obra de Antonio Bernardi de las arquitectas María Eugenia Beltrán y Laura Ossa Sánchez. Páginas 34 y 35.  (2010).

(4*) Artículo La madre del inmigrante, Regina De Fina de Bernardi (1865 – 1955), publicado en el blog La Bernardi          http://www.labernardi.com/antonio-bernardi/regina-de-fina-de-bernardi-1865-1955-el-coraje-de-la-madre-del-emigrante/

(*5) Mainardo Bernardi de Finanació en Ponte Nelle Alpi, provincia de Belluno, Italia (25-5-1905), hijo de Teodoro Bernardi y Regina De Fina. Murió en Guayaquil (Ecuador) hacia 1940.

(*6) Decreto 59 de 1942, por el cual se dictan normas para el control y administración de cierta clase de bienes. http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?id=1810619

(7*) Artículo Así vivieron los Bernardi Ospina el 9 de abril, publicado en el blog La Bernardi 

Antonio Bernardi De Fina

Todo comenzó con mi abuelo, Antonio Bernardi De Fina (1*), un italiano de la provincia de Belluno, que cuando el mundo apenas se despertaba de la locura de la primera Guerra Mundial, bajó de sus montañas desde una pequeña población, Ponte Nelle Alpi, para embarcarse y cruzar el océano Atlántico para hacer ‘La América’ en 1922.

1.Paluc, finca familiar, Ponte Nelle Alpi, provincia de Belluno. Pasaportes y documentos de extranjería expedidos en varios países de América Latina.

Entre 1922 y 1926, fue caminando por Argentina, Bolivia, Perú y Ecuador, trabajó en diversas obras y se fue formando como ingeniero constructor, y en esos lugares de nuestra geografía americana donde dejó su huella y estos a su vez, ejercieron influencia en él.

El ingeniero constructor Antonio Bernardi De Fina, hacia 1924, en Lima (Perú), en la 2. con un grupo de amigos y en la 3. con su primo italiano Jorge De Fina, con quien viajó.

Y en este continente de promesas, específicamente en Colombia, Antonio inició un nuevo proyecto de vida, una familia con la normalista Camila Ospina Mejía (2*), con quien se casó el 2 de mayo de 1928 en la ciudad de Manizales y tuvieron cuatro hijos: Regina (1929), Gladys (1931 – 2002), Italia (1935) y Mainardo (1938-2011).

5 Camila y Antonio, Manizales 1928. 6. Camila, Antonio, Mainardo y Regina Bernardi, Manizales 1928. 7. Gladys, Italia y Regina. Bogotá en los años 40. 8. La familia en Bogotá 1946.

Y en tierras colombianas se hizo a un nombre como ingeniero constructor y a un reconocimiento que aún perdura, por el movimiento de modernidad tanto en el campo del urbanismo como en el de la ingeniería, que generó con sus construcciones en varias ciudades colombianas, como Manizales, Armenia, Ibagué, Girardot, Bogotá y Cali, a partir de la década del veinte hasta pasados los años cincuenta en el siglo XX. (4, 5, 6*)

Fotografías. Portada y foto 9., Antonio Bernardi, con la maqueta y construcción de edificio de la Plaza de Mercado de Armenia, 1935, obra monumento nacional según decreto de 1995. 10. Alcantarillado Ibagué 1940. 11. Teatro Tolima en Ibagué inaugurado en 1940. Obra monumento nacional según decreto de 1995. 12. Hotel Tocarema en Girardot 13. Edificio Colón Bogotá 1940.

Fuentes citadas. *Gracias a la narración de mi madre, Regina y mi tía Italia Bernardi, se ha reconstruido esta historia. Con el apoyo de Jorge Alonso Rengifo en la digitalización del archivo fotográfico de la familia.

(1*) Antonio Bernardi de Fina nació en Ponte Nelle Alpi en la provincia de Belluno, Italia (6-10-1900), hijo de Teodoro Bernardi y Regina De Fina. Murió en Cali (Colombia) (25-03-1977). (*2) Camila Ospina Mejía, nació (5-04-1905) en Pereira, departamento de Risaralda – hija de Luis María Ospina y Ana Joaquina Mejía. Murió en Cali, Colombia (11-10-1970).

(3*) Artículo en el blog La Bernardi  La madre del inmigrante, Regina De Fina de Bernardi (1865 – 1955),    http://www.labernardi.com/antonio-bernardi/regina-de-fina-de-bernardi-1865-1955-el-coraje-de-la-madre-del-emigrante/ (*4) Teatro Tolima, 80 años de una joya con el sello Bernardi Artículo publicado en el blog La Bernardi que narra el periodo 1938 – 1940 de las obras construidas por Antonio Bernardi en Ibagué   http://www.labernardi.com/antonio-bernardi/teatro-tolima-80-anos-de-una-joya-con-el-sello-bernardi/ (5*) El cerco del Gobierno Colombiano al constructor italiano, Antonio Bernardi, durante la Segunda Guerra Mundial http://www.labernardi.com/antonio-bernardi/el-cerco-del-gobierno-colombiano-al-constructor-italiano-durante-la-segunda-guerra-mundial/ (6*) Artículo Así vivieron los Bernardi Ospina el 9 de abril de 1948, publicado en el blog La Bernardi  http://www.labernardi.com/antonio-bernardi/asi-vivieron-los-bernardi-ospina-el-9-de-abril-de-1948/