Hojas de albahaca en almíbar

Hoy preparé hojas de albahaca en almíbar, les aseguro que confabularon mis dos herencias e identidades, la italiana y la vallecaucana para que el resultado fuera una delicia con un aroma muy sutil, que sirve como casao con un helado de vainilla, un pedazo de queso de cabra o cuajada, o un yogur griego.

Cuentan que en la edad media y el renacimiento, tanto en Florencia como en Pisa y Padua, descubrieron el inmenso valor curativo y en la cocina de las plantas aromáticas, las cultivaron primero en los monasterios y luego, en los huertos. El Ocimum basilicum, basílico o albahaca, era usada en ese entonces, para los dolores de estómago y las naúseas.

Por mi lado, les cuento que heredé el gusto por los dulces artesanales de mis tías Prieto, criadas alrededor de un trapiche de panela y una hacienda de caña de azúcar en el norte del Cauca, tierra con gran variedad de frutas, en la que se cruzan tradiciones africanas, hispanas y nativas en los fogones de sus mujeres.

Pierdo la voluntad ante un Desamargado para Nochebuena con cáscaras de cítricos y brevas; un Mielmesabe o dulce de chicharrón con leche fresca cortada; un Cabello de ángel con papaya biche y lechosa; unos cascos de guayaba en almíbar; un melao de panela con cuajada; unas grosellas caladas; una cola de ratón con tomate de árbol o un dulce de mamey, todos ellos son alimento para mi alma y mi espíritu… y ni que decir de mi cuerpo.

Como por esta época tengo en el huerto albahaca en abundancia, coseché las hojas de esta planta mágica, portadora de buenas nuevas, originaria de la India, consagrada a Krishna, el dios del amor, y que está en forma permanente en la mesa de las ´mammas´ italianas, decidí incursionar con algo diferente a un buen pesto genoves. Me lancé a preparar unas hojas de albahaca en almíbar.

Si quiere prepararlas, tenga en cuenta que para este tipo de dulce no se debe tener afán ni usar un horno microhondas. En Italia se dice: ¨la calma é la virtù dei forti¨, la calma es la virtud de los fuertes, un dicho que aplica para la cocina en cualquier lugar del planeta.

Ingredientes para el almíbar:

  • 1 taza de agua
  • 1 /2 taza de azúcar
  • Un manojo de albahaca
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • 1 rama pequeña de canela

Elaboración:

  1. En una cacerola al fuego, ponga el agua, la rama de canela y el azúcar.
  2. Remueva y deje hervir durante 20 minutos.
  3. Incorpore la cucharadita de zumo de limón y remueva con cuchara de palo.
  4. Transcurrido el tiempo de cocinado del almíbar y cuando esté tipo jarabe un poco espeso, incluya las hojas de albahaca
  5.  Retire la cacerola del fuego y deje reposar

 Sirva sobre una bola de helado, una loncha de queso o cuajada o con un yogur griego.

Albahaca fresca a la mano, esta planta crece con facilidad en una matera siempre que le dé un rayo sol.

Saltimboca en el Trastevere

Por Ana Milena Puerta*. La bella Roma es muchas ciudades, muchas culturas y muchos mundos en una sola y trepidante ciudad que te envuelve y sorprende. Me sentí abrumada cuando divisé, desde una buseta de transporte público, el Coliseo Romano y pensé que jamás podría vivir en un lugar donde –mientras voy al trabajo- me encuentro con tanta historia junta. Imposible.

Entonces caminamos con mi esposo, pasando un puente sobre el río Tíber, hacia el pintoresco barrio del Trastevere (detrás del río Tévere o Tíber) donde es posible no ver turistas, pero si muchos artesanos, paisanos, vendedores, caminantes o personas disfrutando de un buen café o una copa en sus diversos lugarcitos, bares y restaurantes.

Decidimos almorzar en uno de los locales más conocidos y visitados por los romanos en la Piazza Mastai, la Ostería Pucci, con la condición de no comer más pizzas o pastas sino una preparación de la tradicional cocina romana, algo que no conociéramos. Y la encontramos.  

Se trata del Saltimboca, un plato que se prepara con carne de carnero y prosciutto crudo, se acompaña con patatine (papas) y una copa de vino blanco.

La siguiente receta, muy fácil y deliciosa, es una reinvención a partir de la original, con ingredientes colombianos. Tiempo de preparación: ½ hora. Ingredientes: 4 filetes delgados de lomo fino de res o ternera / Hojas de salvia / 4 lonchas de prosciutto o jamón serrano, de un tamaño similar a los filetes de carne / 1 y 1/2 vasos de vino blanco / Pimienta, sal / Una cebolla cabezona finamente picada / Dos cucharadas de harina de trigo / Palillos de madera / Aceite de olivas (2 cucharadas) / Mantequilla (2 cucharadas).

La salvia (Salvia officinalis), originaria de la región mediterránea, esta hierba aromática es muy usada en la cocina italiana, especialmente para adobar o condimentar la carne de cerdo o carnero.

Elaboración: en una tabla salpimiente cada filete, luego extienda uno a uno, coloque sobre el lomo unas hojas de salvia, luego una loncha de prosciutto o jamón serrano y asegúrelos con un palillo a cada lado. Pase cada filete listo por harina de trigo y sacuda el exceso. Reserve hasta tenerlos listos todos. Caliente una sartén amplia y vierta el aceite de olivas y la mantequilla, coloque los filetes por la parte donde va el jamón serrano, sofría por un minuto, voltéelos por la otra cara y deje sofreír otros dos minutos. Sáquelos del sartén. Coloque a sofreír en el mismo sartén las cebollas finamente picadas hasta que doren y luego sobre ellas el vino blanco. Reduzca un poco la salsa. Sirva cada filete en platos y vierta sobre ellos la salsa. Puede acompañarse con tajadas finas de papas fritas o papas horneadas y ensalada verde.

*Caleña, comunicadora, conversadora y escritora de poemas, cuentos y recetas de cocina. Amante de la literatura, la cultura ciudadana y el mar. Coleccionista de atardeceres, aves en vuelo y charlas interminables.