Diáspora Italiana en el Mundo – La historia de Italia de la otra Italia

La revista INCONTRI, editada por los Misioneros de San Carlos – Scalabrinianos, con sede en Bogotá y dirigida por el padre Angelo Plodari c.s, abre Rúbrica, una nueva sección dedicada a los italianos del exterior.

 […] La revista Incontri tiene como propósito intensificar los lazos del colectivo italiano y, tal vez, aunque sea solo por el momento de la lectura, construir una Comunidad: esta es la idea básica de la revista y por lo tanto, es unir tantas vidas de italianos dispersos para hacer una sola familia.

Con estas palabras p. Angelo Plodari, administrador de la parroquia de Nuestra Señora de Pompeya en Manhattan, Nueva York, presentó el proyecto de la revista que nació a la sombra de un oratorio en la ciudad de Valencia, Venezuela. A partir de este año la publicación da la bienvenida a Rúbrica, una nueva sección dedicada a la comunidad italiana en el mundo para conocer y valorar tantas historias de Italia más allá de Italia. 

Desde épocas inmemoriales el hombre siempre ha manifestado interés en trasladarse de un lugar a otro en busca de mejores condiciones de vida. Con el tiempo, ese proceso ha favorecido no solo mutaciones genéticas importantes sino que ha fortalecido la innovación cultural, ya que ha permitido adquirir nuevos conocimientos para la calidad de vida en el planeta.

Las grandes migraciones generadas por factores biológicos y culturales, han producido efectos muy significativos al interior de las generaciones individuales y han contribuido a conformar la especie humana en todo el planeta.

Remontándonos a una historia más reciente, los mayores flujos migratorios ocurrieron durante el siglo XIX, gracias a los primeros desarrollos tecnológicos que permitieron una movilización masiva de personas de un lugar a otro: pensemos en la construcción de las primeras redes ferroviarias y rutas navales destinadas no solo para intercambios comerciales o conquistas. Así se generaron los primeros diálogos interculturales e intercambios genéticos importantes. 

Sin embargo, muchos de estos fenómenos migratorios al principio estaban conectados a factores endémicos, resultado de pandemias o guerras civiles y desastres naturales (terremotos, inundaciones). 

A partir del siglo XIX, más allá de las razones mencionadas, también se han dado por motivaciones culturales: interés por conocer otras culturas, explorar nuevos territorios para desarrollar oportunidades comerciales, buscar oportunidades de trabajo. Por lo tanto, se registraron numerosos flujos migratorios, sobre todo de Europa a otros continentes, como África, Asia, América y, más tarde, a Australia.

Con referencia a la comunidad italiana, las principales rutas migratorias se dirigieron hacia América Latina, tal vez debido a una cierta homogeneidad cultural, no del todo absoluta pero con la cual fue posible una primera integración. Pero con el paso del tiempo, las diferentes identidades nacionales y las especificidades culturales se han vuelto cada vez más evidentes, tanto así que la emigración europea a América Latina y, en particular, la italiana, aunque buscaba el diálogo inmediato, siempre mantuvo sus características distinguiéndose en diversos sectores productivos y culturales.

Aunque necesariamente ha surgido una sociedad multiétnica y multicultural con el tiempo,  la huella de la raíz italiana en América Latina sigue siendo muy  fuerte y ha dejado una herencia cultural de extremo interés.

Esta sección de Diáspora Italiana en el Mundo busca acercar e invitar a lectores e investigadores a contribuir con historias familiares o con investigaciones sobre la emigración italiana a América para reconstruir, todos juntos, un mosaico extraordinariamente interesante que durante siglos ha unido al mundo. 

En general, todas las migraciones son un fenómeno imponente que afecta a la totalidad de países y pueblos del mundo; no obstante aún no existe una sistematización de la herencia cultural que este fenómeno ha dejado en nuestro planeta.

 A través de esta sección Diáspora Italiana en el Mundo, queremos empezar a construir este mosaico cultural y así dejar un rastro de lo que muchos italianos y otros han hecho en el mundo para mejorar las condiciones de vida de toda la humanidad.

Finalmente, esta sección hace parte del proyecto científico ´Diáspora Italiana en el Mundo´ (´Italian Diaspora in the World´), estructurado en 2015 pero que ya ha visto las primeras experiencias de investigación a partir de 2009. Desde este link es posible visualizar el catálogo de libros internos editados y actividades de investigación científica en curso.

Cómo contribuir a la Rúbrica. Esperamos su contribución, consiste en un texto en formato de 4000 caracteres que incluye espacios, también enviando una imagen de alta resolución relacionada con el tema. Con esto queremos dar voz a Italia en el extranjero contando las experiencias realizadas en todos los sectores: educación, economía, religión, política, sector productivo, cultura, etc. Envía tu propuesta a: medios@scalabrinianoscolombia.orgwww.scalabrinianoscolombia.org

Responsable de la Rubrica: prof. arch. Olimpia Niglio – Director de INCONTRI:  p. Angelo Plodari, C. S.  – Edición Misioneros de San Carlos – Scalabrinianos – Te esperamos

Artículo publicado en la revista INCONTRI, edición de marzo – abril de 2020. Traducción del texto, colaboración de Liliana Velásquez.

Italia Festeja 75° de su Liberación con ´Bella ciao´

Una mattina mi son´svegliato / O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao
Una mattina mi son´svegliato / E ho trovato l’invasor
O partigiano, portami via / O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao

Este será un 25 de abril diferente, en el 75° aniversario de la liberación de los italianos del régimen fascista y de la ocupación nazi en el marco de la Segunda Guerra Mundial, no habrá discursos ni abrazos, cada uno estará en su propia casa propia pegado al video o cantando “Bella Ciao”, desde balcones y ventanas a las 11 a.m. y 3 p.m.

La fecha del 25 de abril representa simbólicamente la culminación de la fase militar de la Resistencia

´Festa della Liberazione virtual´. A causa de las medidas adoptadas para contrarrestar el Codiv 19,  la fiesta no se celebrará como de costumbre en  la calle y en las plazas sino en modo virtual, a través de la diferentes iniciativas previstas en la Radio Televisión Italiana (RAI) y en las redes sociales.

Al aniversario de la liberación es una fiesta nacional que se celebra el 25 de abril de cada año, es una conmemoración de gran importancia en la historia de la Italia moderna.

Bella Ciao”, el canto símbolo del movimiento partisano será entonado por músicos del Teatro La Scala de Milán.

Hoy más que nunca, el país necesita esperanza, unidad, raíces que sepan ofrecer la fuerza y la tenacidad para poder ver un horizonte de liberación, afirma la Asociación Nacional de Partisanos Italianos (ANPI), en un comunicado a través del cual invita a todos a exhibir el tricolor nacional  y a celebrar esta jornada como un recurso para el renacimiento.  Desde las  11 de la mañana hasta las 3 de la tarde están todos invitados a entonar, desde ventanas y balcones “Bella Ciao”.  

Un momento intenso para estar juntos, con la liberación en el corazón. Con su bella y unitaria energía.

Varios links para ver información de programación y documentales

https://tg24.sky.it/cronaca/2020/04/24/25-aprile-bella-ciao-teatro-scala-milano-video.html

https://www.raiplay.it/video/2017/04/La-Grande-Storia—25-aprile-la-liberazione-2dd6bb8a-22e8-41e9-a140-00cbfa888c90.html

https://bit.ly/3btV2oL

La familia Daconte en la obra de García Márquez

Crónica de un encuentro memorable entre los escritores Gabriel García Márquez y Eduardo Márceles Daconte.

Por Eduardo Márceles Daconte*. Nunca imaginé hasta dónde llegó la amistad y cercanía que Gabo sostuvo con miembros de mi familia Daconte hasta la mañana que lo conocí cuando coincidimos en el Encuentro de intelectuales y artistas de América Latina que se realizó en La Habana en septiembre de 1981. Su primera reacción cuando escuchó mis apellidos fue preguntarme, “¿tú eres de los Daconte de Aracataca?”, y cuando contesté que sí, me sorprendió con un grito que asustó a los presentes en el vestíbulo del Hotel Havana Riviera: “ahora sí se jodió esta vaina, dos cataqueros en La Habana”. Entonces me sujetó por un brazo señalándome un sofá para conversar. “Fíjate –dijo–, yo siempre tuve una sincera admiración y respeto por el inmigrante italiano don Antonio Daconte”.

Elena Nena Daconte, con uno de sus hijos, protagonista del cuento El rastro de tu sangre en la nieve.

Mi abuelo arribó a esta orilla del mar Caribe en Puerto Colombia desde su tierra natal de Scalea, Calabria, sobre la costa del mar Tirreno, a finales del siglo XIX, y se radicó en la apacible región bananera de Aracataca. Por su buen olfato de comerciante, fundó la tienda El Vesubio, frente a la plaza principal, recordando el volcán que acabó con Pompeya. Tiempo después abrió una tienda más grande en el sector de Las cuatro esquinas e hizo suficiente fortuna para comprar La Somalia, una finca bananera, y una docena de casas en aquel pueblo ignorado por la geografía nacional hasta época reciente.

Foto 1. Don Antonio Daconte Fama, amigo y benefactor de Nicolás Ricardo Márquez, abuelo de Gabo en Aracataca. Foto 2. Galileo Daconte, personaje en El amor en los tiempos del cólera.

“De hecho –comentó–, cuando estaba escribiendo Cien años de soledad en México, en un momento que necesité un personaje quise hacerle un homenaje a don Antonio, entonces incluí el nombre de un italiano que llega a Macondo, pero el personaje se me fue volviendo marica, entonces pensé qué iría a decir tu tío Galileo, mi buen amigo de infancia en el Colegio Montessori, cuando leyera la novela y se enterara que el nombre de su padre correspondía a un afeminado que tocaba la pianola, sin duda me daría un puñetazo, me devolví y donde estaba su nombre lo remplacé por Pietro Crespi quien fue en realidad un italiano afinador de pianos que mi mamá conoció en Barranquilla.

Yo siempre sentí una inmensa gratitud por tu abuelo porque fue muy generoso con nosotros, un aliado incondicional de mi abuelo Nicolás, por invitación suya entrabamos gratis al cine Olympia que inauguró don Antonio en el patio de su casa en Las cuatro esquinas. Fue allí en esas bancas rústicas de madera donde comenzó realmente mi vocación por el cine”, comenta y reitera en su autobiografía Vivir para contarla (2002): “Cuando Papalelo (su abuelo materno) me llevaba al flamante cine Olympia de don Antonio Daconte yo notaba que las estaciones de las películas de vaqueros se parecían a las de nuestro tren” (pag. 26). De hecho, eran tan amigos que el coronel Nicolás Márquez fue el padrino de María, la hija mayor de los hermanos Daconte Calle.

Avanzando en su relato recuerda que “cada vez que la película le parecía apropiada, don Antonio Daconte nos invitaba a la función tempranera de su salón Olympia, para alarma de la abuela, que lo tenía como un libertinaje impropio para un nieto inocente. Pero Papalelo persistió, y al día siguiente me hacía contar la película en la mesa, me corregía los olvidos y errores y me ayudaba a reconstruir los episodios difíciles” (pag. 109). Para complementar sus reminiscencias del cine en Aracataca, comenta en su columna La Jirafa de El Heraldo: “Mi héroe, en medio de tantos, fue Dick Tracy. Y además, cómo no, recuperé el culto del cine que me inculcó el abuelo y me alimentó don Antonio Daconte en Aracataca, y que Álvaro Cepeda convirtió en una pasión evangélica para un país donde las mejores películas se conocían por relatos de peregrinos” (página 448).

Un día de 1983 recibí la invitación del poeta Jorge Marel, su organizador, para participar en el 3er Encuentro de escritores costeños en Sincelejo. El poeta Marel me solicitó el favor de extender una invitación especial a Gabo para un homenaje en el seno del encuentro. Gabo estaba por aquella época en Cartagena encerrado en un apartamento de Bocagrande escribiendo su novela El amor en los tiempos del cólera. Cuando lo llamé para comentarle sobre el encuentro me dijo que más bien lo visitara en camino a Sincelejo para almorzar. Fue un reencuentro cálido, como siempre cuando nos encontrábamos, su primera pregunta después de los saludos fue “ajá Eduardo, cuéntame, y qué hay por Cataca”. Yo le respondí que todo estaba bien aunque sufriendo la violencia de guerrillas y narcotráfico en la Sierra Nevada de Santa Marta. De pronto recordé que por esos días había muerto mi tío Galileo, cuando se lo comenté, su rostro se ensombreció por la triste noticia “cómo va a ser, murió mi mejor amigo de infancia, cuánto lo lamento.”

Después conversamos de otros temas hasta que volví a recordarle la cita con los escritores en Sincelejo, pero me recordó que él nunca iba a encuentros ni conferencias, me dijo que sufría de pánico escénico, pero que iba a enviar un mensaje para excusarse. Entonces escribió una nota que Marel leyó en la inauguración del encuentro: “Estoy emocionado y más que agradecido con el homenaje que ustedes me rinden en el Tercer encuentro de escritores costeños, y estoy furioso con esta vida enredada que no me ha dado una tregua para estar hoy con ustedes… Creo que lo que más vale de mi está de todos modos con ustedes, que son los afectos de la tierra, la identificación con tantas cosas bellas –inclusive las más inútiles– y la solidaridad en el propósito de que algún día sean felices todos los seres capaces de respirar, por obra y gracia de la poesía”.

Tiempo más tarde, cuando leí la historia de amores contrariados entre Florentino Ariza y Fermina Daza en 1985, encontré para mi sorpresa que homenajeaba a Galileo Daconte, su amigo de infancia, como uno de sus personajes, imagino que decidió incluir su nombre cuando le di la infausta noticia de su fallecimiento. Para tal fin, fusiona la actividad de Antonio con la de su hijo: “Más tarde, cuando don Galileo Daconte abrió el primer patio de cine, Jeremiah de Saint-Amour fue uno de sus clientes más puntuales, y las partidas de ajedrez quedaron reducidas a las noches que sobraban de las películas de estreno…” (pag. 20).

Luego comenta en otro pasaje: “La noche anterior habían ido al cine, cada uno por su cuenta y en asientos separados, como iban por lo menos dos veces al mes desde que el inmigrante italiano don Galileo Daconte instaló un salón a cielo abierto en las ruinas de un convento del siglo XVII. Vieron una película basada en un libro que había estado de moda el año anterior, y que el doctor Urbino había leído con el corazón desolado por la barbarie de la guerra: Sin novedad en el frente” (de Erich María Remarque, 1930, pag. 24).

Hacia el final de la novela, vuelve a mencionar el personaje cuando recuerda que “Florentino Ariza no se había dejado impresionar de un modo especial por el invento del cine, pero Leona Cassiani lo llevó sin resistencia al estreno espectacular de Cabiria (película italiana, 1914), cuya publicidad se fundaba en los diálogos escritos por el poeta Gabriele D´Annunzio. El gran patio a cielo abierto de don Galileo Daconte, donde algunas noches se disfrutaba más del esplendor de las estrellas que de los amores mudos de la pantalla, había sido desbordado por una clientela selecta…” (pag. 348).

Pero mi sorpresa fue mayor cuando leí Doce cuentos peregrinos (1992). Allí encontré que mi tía Elena Daconte (una de las tres hermanas de mi madre) figura como protagonista de El rastro de tu sangre en la nieve que, según algunos críticos literarios, es uno de sus mejores cuentos. El argumento gira alrededor de una acaudalada pareja de jóvenes cartageneros recién casados que disfrutan su luna de miel en Europa. Nena Daconte es descrita como políglota, saxofonista y de un carácter dulce pero decidido “casi una niña, con unos ojos de pájaro feliz y una piel de melaza que todavía irradiaba la resolana del Caribe en el lúgubre anochecer de enero…”

Un día, durante una visita a su casa de Cartagena, le pregunté la razón por la que había utilizado mi apellido para sus historias y me respondió en son de broma con una risotada, “¡Y qué, ahora me vas a demandar por 20 millones de dólares!”, a lo cual le contesté que mi familia estaba feliz y agradecida por tenerla en cuenta para sus historias. Fue entonces que me contó el origen del nombre de su relato. “Yo escribí ese cuento en Barcelona en 1976 y cuando necesité un nombre apropiado para la protagonista, el nombre de tu tía Elena me llegó como un relámpago, quise homenajearla porque la recordaba desde mi niñez cuando asistía al colegio Montessori de Aracataca, yo veía a esa niña de piel dorada y rizos rubios correr riéndose por aquellos pasillos, nunca la olvidé”.

A raíz de la admiración que despertó en ella la protagonista del cuento, la cantautora española Mai Meneses bautizó su grupo de pop rock Nena Daconte con cuyas canciones He perdido los zapatos (2006), Retales de Carnaval (2008), Una mosca en el cristal (2010) y Solo muerdo por ti (2013), ha alcanzado excepcionales éxitos con nominaciones y galardones como el ATV European Music Awards, hasta posicionarse como uno de los grupos musicales que más discos y conciertos ha vendido en España.

Sin embargo, donde más recuerda Gabo a don Antonio Daconte es en una columna publicada en El Espectador el 18 de diciembre de 1983 y seleccionada para diferentes antologías de sus artículos de prensa. En ella, con el título Vuelta a la semilla, evoca su infancia en Aracataca y en especial su experiencia con los animes. “Para mí hay más poesía en la historia de los animes que en toda la que he tratado de dejar en mis libros. La misma palabra –animes– es un misterio que me persigue desde aquellos tiempos”. Después de indagar su significado en diferentes diccionarios, se muestra en desacuerdo con esas definiciones. “Los animes de Aracataca eran otra cosa: unos seres minúsculos, de no más de una pulgada, que vivían en el fondo de las tinajas. A veces se les confundía con los gusarapos, que algunos llamaban sarapicos, y que eran en realidad las larvas de los mosquitos jugueteando en el fondo del agua de beber… Los animes tenían la facultad de escapar de su refugio natural, aun si la tinaja se tapaba con buen seguro, y se divertían haciendo toda clase de travesuras en la casa… No eran más que eso: espíritus traviesos, pero benévolos, que cortaban la leche, cambiaban el color de los ojos de los niños, oxidaban las cerraduras o causaban sueños enrevesados”.

“Sin embargo, había épocas en que se les trastornaba el humor, por razones que nunca fueron comprensibles, y les daba por apedrear la casa donde vivían. Yo los conocí en casa de don Antonio Daconte, un emigrado italiano que llevó grandes novedades a Aracataca: el cine mudo, el salón de billar, las bicicletas alquiladas, los gramófonos, los primeros receptores de radio. Una noche corrió la voz por todo el pueblo de que los animes estaban apedreando la casa de don Antonio Daconte, y todo el pueblo fue a verlo. Al contrario de lo que pudiera parecer, no era un espectáculo de horror, sino una fiesta jubilosa que de todos modos no dejó un vidrio intacto… Mucho tiempo después de aquella noche encantada, los niños seguíamos con la costumbre de meternos en la casa de don Antonio Daconte para destapar la tinaja del comedor y ver los animes –quietos y casi transparentes– aburriéndose en el fondo del agua”.

Por supuesto, esta relación de amistad, gratitud y cariño con el dueño del cine de Aracataca y su familia ha sido reseñada en todas las biografías de Gabo. Entre ellas, quizás la más detallada se encuentra en García Márquez: El viaje a la semilla (1997), el excelente trabajo de Dasso Saldívar quien narra de manera poética y perceptiva la trayectoria vital de nuestro premio Nobel. También la encontramos, aunque más prosaica, en la monumental biografía García Márquez: Una vida del escritor inglés Gerald Martin quien describe en forma minuciosa hasta el detalle más insignificante en la existencia del escritor, sin escatimar los sucesos y anécdotas más relevantes de su etapa juvenil en Aracataca.

Artículo publicado en El Espectador, el 18 de abril de 2020. Las fotografías son cortesía de Eduardo Márceles Daconte.

Fotografía de portada: Los hijos de Antonio Daconte Fama con Manuela Calle, de izq. a der. Imperia, María, Antonio, Elena (Nena Daconte), Yolanda, en Aracataca.

Bibliografía: Vivir para contarla, Editorial Norma, 2002; El amor en los tiempos del cólera, Editorial La Oveja Negra; 1985; Doce cuentos peregrinos, Editorial Suramericana; 1992; El Espectador, 18 de diciembre de 1983.

*Escritor y periodista cultural, es autor de libros de narrativa, artes visuales, biografías, crónicas y antologías, vive y trabaja en Puerto Colombia, Atlántico.

Teatro Tolima, 80 años de una joya con el sello Bernardi

La primera noche que abrió el telón del Teatro Tolima en febrero de 1940, fue con el Presidente de Colombia, Eduardo Santos (1938 – 1940) acompañado de la primera dama, Lorencita Villegas de Santos, quienes cortaron la cinta protocolaria y presidieron la gala en ese magnífico escenario de arquitectura Art Déco, que levantó en Ibagué hace 80 años, mi abuelo constructor, Antonio Bernardi De Fina, y que hoy permanece en pie testigo de una época y protagonista de muchas funciones.

Mi madre, Regina Bernardi, una niña de 10 años, con sus hermanitas Gladys (7) e Italia (4) despidieron desde la ventana de su apartamento sobre la Carrera Tercera, la misma calle del Teatro, a mi abuela Camila Ospina que lucía un vestido largo de terciopelo negro y guantes, y mi abuelo, con un frac negro, perfecto para sus 1.85 de estatura. La inauguración fue inolvidable para esa pareja sentada en butacas de primera fila.

Fachada Déco del Teatro Tolima (1940) y detalles ornamentales. Dibujo digital: Janeth Restrepo (2010). Fuente: Grupo de Investigación E.ArC. (*3)

La contratación de Antonio Bernardi. Para 1938, el ingeniero Bernardi vivía con su familia en Armenia (1*), donde llevó a cabo la primera gran renovación urbana del centro histórico de esa pequeña ciudad cafetera (1930 – 1936) (2*). Con esas credenciales fue contratado para ejecutar en forma simultánea en la Capital Musical de Colombia, el Teatro Tolima y un tramo del acueducto municipal, dos obras enmarcadas en un plan de embellecimiento  y ´modernización´ que emprendieron las fuerzas vivas de esa población de provincia.

Teatro Tolima. Los ibaguereños ya habían disfrutado en pleno centro, en la calle del Comercio, la vía que conduce al Parque Bolívar y donde confluían la movida comercial, política, educativa y social de la época, de un escenario de espectáculos de renombre, el Teatro Torres (1915).

Hacia los años treinta ¨las vanguardias decorativas y compositivas del siglo XX se manifestaron en Ibagué, lo cual condujo a la construcción del Teatro Tolima en 1940 según el diseño Déco de la firma Cuellar-Serrano-Gómez, el Palacio de Justicia protomoderno diseñado por Germán Tejeiro en 1944, las viviendas del barrio La Pola y las quintas del barrio Belén y el centro que acentuaron las variables zig-zag, streamline y exóticas del art decó¨. (3*)

Complejo cultural. Y fue así como se tomó la decisión de reemplazar el viejo teatro y en ese mismo terreno de propiedad del Departamento, levantar el nuevo Teatro Tolima, labor encargada al ingeniero italiano Antonio Bernardi entre 1938 y 1940. Este complejo cultural constó de un conjunto volumétrico: bloque frontal de tres pisos, que junto con el acceso principal y los accesos laterales conformaron la fachada principal. (4*).

La sala tenía tres niveles y 874 sillas, escenario, foso, espacio de tramoya y proscenio, y una casa estilo paisa de dos pisos, para camerinos y recibidor de grupos artísticos. (4*).

Monumento Nacional. Casi 20 años después de la partida de Antonio Bernardi (1977), el Teatro Tolima fue elevado a la categoría de Patrimonio Nacional, por el presidente Ernesto Samper Pizano, el 17 de abril de 1996 (5*). Y luego pasaría a integrar el listado de inmuebles, Patrimonio Material, considerados BICN (Bienes de Interés Cultural de la Nación), por el Ministerio de Cultura (6*).  Hoy en día es el único escenario habilitado para la presentación de eventos de las artes escénicas en el departamento del Tolima. (7*)

Al Teatro Tolima de la Gobernación, se le considera uno de los seis escenarios más importantes del país. Tiene mil sillas luego de la remodelación de 1997. (7*)

El acueducto de Ibagué. A sus 38 años mi abuelo había hecho un aporte innovador en materia de servicios públicos ya en dos capitales del eje cafetero, en Manizales y Armenia hizo canalización subterránea para incrustar la tubería y pavimentar en concreto (2*).

Su experiencia comprobada en este campo de la ingeniería, le permitió en 1938,celebrar un segundo contrato, este con la Junta de Alcantarillado y Pavimentación de Ibagué, en el marco de «El plan urbanístico Ibagué Futuro 1935«, según consta en la Notaría Primera, ¨para la construcción de un tramo del acueducto municipal con los planos diseñados por el ingeniero José Romero Casas, y aprobados por la Dirección Nacional de Higiene, en un espacio comprendido entre las carreras primera y segunda, las calles sexta y 20 y las transversales entre carreras segunda y tercera…¨. (3*)

El trasteo de la familia Bernardi Ospina. Con los dos contratos firmados y la determinación de mi abuelo de participar activamente en la renovación urbana de otra población, la familia italo colombiana hizo maletas de nuevo y fijo su residencia en Ibagué, en las estribaciones de la Cordillera Central, con sus cuatro pequeños hijos, el menor Mainardo, apenas de meses.

Transcurrió un primer año tranquilo en medio de la amabilidad de la sociedad ibaguereña y algunos amigos de la Colonia Italiana, durante los cuales las dos hijas mayores, Regina y Gladys, fueron matriculadas en el Liceo Femenino de la señorita Margarita Pardo y hasta celebraron su primera comunión. También ingresaron al Conservatorio del Tolima a clases de música e italiano. La familia recibía visitas frecuentes de sus parientes cercanos de Manizales, asistían a las fiestas en el Club Campestre y, por supuesto, los paseos al río Coello, en el corregimiento Gualanday, era uno de sus destinos favoritos.

Vientos de guerra. Pero ya para 1939, los Bernardi empezaron a sentir en esa ciudad intermedia en el centro del país, que los vientos de la guerra que soplaban desde el viejo continente los estaban alcanzando. En el mes de febrero, Antonio, Camila con sus dos hijos, Regina y Mainardo, viajaron en carro hasta al puerto de Buenaventura (Valle del Cauca), para darle la bienvenida a Teodoro Bernardi, el sobrino proveniente de Ponte Nelle Alpi (Belluno), que cumplió 18 años en el barco que partió de Génova y que llegaba a estas tierras para alejarse de la contienda que estaba a punto de estallar.

A Bogotá. Terminadas y entregadas las dos obras encomendadas, el Teatro Tolima y una parte del acueducto de Ibagué, mi abuelo y su familia pasan esa página de sus vidas, y en 1940 inician una nueva etapa en la Capital de la República, Bogotá, cuando la Segunda Guerra Mundial ya dejaba una estela de horror en Europa y no presagiaba nada bueno para los italianos en territorio colombiano, porque ya las puertas se le estaban cerrando en esta tierra que estaba más cerca de los Aliados que de los países del Eje. Esa será otra historia que pronto contaremos.

Diseño de gráfica: Paula Henao.

Obras y palabras citadas: Gracias a la narración de mi madre, Regina y mi tía Italia, se han reconstruido los hechos vividos por la familia Bernardi Ospina en esa época. (1*) Armenia perteneció al departamento de Caldas hasta 1966, luego pasó a convertirse en la capital del nuevo departamento del Quindío. (2*) Apartes del libro Fragmentos de la Memoria de la ciudad de Armenia Años 30 al 36 del siglo XX – obra de Antonio Bernardi de las arquitectas María Eugenia Beltrán y Laura Ossa Sánchez. Páginas 3 y 7.  (2010) (3*) Descripción y plano de la fachada, publicados en la investigación Interacciones conceptuales y estilísticas en la arquitectura del periodo republicano. Ibagué, Colombia, 1893-1945. Andrés Francel Delgado y José Alejandro Ojeda.  (Arquitectura y Urbanismo. Vol. XX VII, No 3, septiembre- diciembre 2016). (4*) Hechos históricos del Teatro Tolima, en la página oficial. http://www.teatrotolima.com/historia.htm (5*) Decreto 708 del 17 de abril de 1996 por el cual se declara como Monumento Nacional el Teatro Tolima de Ibagué, Tolima. ¨… Que dicha edificación fue construida entre 1938 y 1942 bajo los planos del arquitecto Elí Moreno, se constituye en un testimonio importante de la vida cultural de Ibagué y conserva en buen estado todos los espacios y detalles de construcción y decoración del denominado periodo Art-Deco…¨. (6*) Listado de Bienes Declarados Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional, actualizado al 5 de diciembre de 2019. Grupo de Investigación y Documentación de Patrimonio del Ministerio de Cultura.

https://www.mincultura.gov.co/prensa/noticias/Documents/Patrimonio/BIENES%20DE%20INTERE%cc%81S%20CULTURAL%20DEL%20A%cc%81MBITO%20NACIONAL_diciembre%202019.pdf

(7*) Declaración de Carlos Emilio Díaz Cárdenas, profesional especializado de la Dirección de Cultura – Gobernación del Tolima, responsable del manejo y programación del Teatro Tolima.

Así vivieron los Bernardi Ospina el 9 de abril

Hace 72 años, cuando los Bernardi Ospina tomaban un respiro luego de los seis años de zozobra vividos en la Segunda Guerra Mundial ante las medidas adoptadas por el Gobierno Colombiano contra los italianos (1939-1945), se verían envueltos en los sucesos del 9 de abril de 1948, en la noche más larga que dividió la historia del país en dos y que cambió el rumbo de la familia.

Relato familiar. A través de las voces de mi madre Regina y mi tía Italia Bernardi, y de los que partieron pero están presentes en los recuerdos de narraciones escuchadas con mis hermanos y primos, cada vez que se acercaba un aniversario más de ese 9 de abril, intentaré reconstruir cómo transcurrió y los días que siguieron para ellos.

La estructura del Hotel Tocarema de Girardot fue construida por Antonio Bernardi, con el apoyo de su sobrino Teodoro Bernardi.

Mi abuelo, en Girardot. La familia retomaba el control de sus vidas, mi abuelo italiano, Antonio Bernardi (48 años*), ya podía desplazarse libremente sin ser ´tachado´ de enemigo por el Estado, y como constructor que era trabajaba en la estructura del Hotel Tocarema en Girardot, acompañado de su sobrino italiano, Teodoro (27), quien había llegado al país hacia 1939 para no participar en la S.G.M.

Gladys, Antonio y Regina Bernardi en Girardot 1948.

La Bogotá de la década del 40. Era el lugar de residencia del resto de la familia, una capital con más de 350 mil habitantes y aires de progreso que se reflejaban en sus cafés, su vida cultural y los tertuliaderos, como también en una agenda política y una opinión pública muy beligerantes. Mi abuela Camila (43), Quita, regentaba el hogar como buena caldense, con mano estricta y austera, en la casa construida por mi abuelo, en el Bosque Calderón Tejada, que se salvó del despojo del Gobierno a las propiedades de italianos, japoneses y alemanes durante la S.G.M., porque la escritura estaba a  su nombre.

Las hijas mayores, Regina (18), mi mamá, había terminado su bachillerato comercial y mi tía Gladys (16)cursaba Arte y Decoración, en la recién abierta Javeriana Femenina. Mi tía Italia (13) estudiaba en el Colegio El Carmelo y mi tío Mainardo (10), en el de La Salle.

La prensa y la política. La radio tenía gran presencia en los hogares colombianos. Los bogotanos se enteraban de las noticias de luchas obreras, sindicatos y comunismo internacional en los diarios extranjeros y en los nacionales, El Siglo, El Tiempo y El Espectador, seguían los debates de liberales y conservadores. Los Bernardi llevaban una vida alejada de ese bipartidismo, el padre era extranjero y la madre aún no podía votar.

Agasajo de recibimiento a un personaje en la Delegación Italiana, Calle 64 con Carrera 7, Regina, Camila y Antonio. 1946.

Gaitán. La política estaba al rojo vivo, los liberales se retiraron del gobierno conservador del presidente Mariano Ospina Pérez (1946-1950) y sobresalía como candidato de un Partido Liberal fraccionado, un hombre del pueblo, Jorge Eliécer Gaitán, penalista estudiado en Roma, gran orador de plaza pública inspirado en Benito Mussolini y un caudillo que encarnaba la esperanza popular como lo demostraba en sus marchas multitudinarias.

IX Conferencia Panamericana. Bogotá se había preparado con obras urbanísticas y arquitectónicas como anfitriona de esta cita continental que sería la antesala de la OEA, con representantes de 21 países, como el líder del Plan para la recuperación de Europa, el general Marshall. Esa primera semana de abril también se realizaba un congreso de estudiantes contra el imperialismo ´yanqui´, con el joven militante Fidel Castro que alcanzó a reunirse con Gaitán, quien había sido excluido de la Conferencia.

Las largas horas del 9 de abril de 1948 1 p.m. Nada o todo presagiaba lo que estaba a punto de suceder, Bogotá fue sacudida del letargo del medio día, con la noticia del atentado a Gaitán, a la entrada del edificio donde se hallaba su despacho, a manos de Juan Roa, quien murió linchado por la muchedumbre.

2:05 p.m. ¨Mataron a mi padrecito Gaitán”, gritó la empleada de la casa, así se enteraron mi abuela y mi madre, del hecho que daría paso al ´Bogotazo´. Mi mamá narra que esa mujer campesina, cogió el cuchillo más grande de la cocina, rompió el tanque del agua caliente que estaba encima de la estufa de carbón mineral y salió gritando a la calle.

Ella nunca regresó, tal vez escuchó la arenga de aquellos que se tomaron la Radiodifusora Nacional para organizar, sin éxito, las fuerzas liberales, y se sumó a esa multitud que se formó por la Carrera Séptima y avanzó durante una tarde eterna, acabando e incendiando establecimientos oficiales como particulares, camino al Capitolio Nacional para exigir la renuncia del presidente Ospina Pérez.

La tía Italia que tenía 13 años, recuerda: ¨a esa hora sonaron las campanas del colegio El Carmelo, en el barrio Chapinero, para avisarnos del asesinato de Gaitán, y notificarnos que no podíamos salir porque Bogotá se había revelado. Por la radio le decían al pueblo que atacara las ferreterías y saliera con machetes a la calle.

La gente asaltó el recién inaugurado Palacio de Justicia con sus archivos y del Ministerio de Comunicaciones colgaban por las ventanas escritorios y sillones. Luego supimos que la casona de la Javeriana Femenina, detrás del palacio presidencial, fue reducida a cenizas, no volvería a abrir sus puertas, por lo que mi hermana Gladys no pudo continuar su carrera. La multitud en ese levantamiento asaltó el comercio, los bares y las licorerías y se emborrachó, ahí perdió sus metas. Se subió a las torres de las iglesias con fusiles, la policía se volteó, le entregó armas al pueblo y se puso en contra del ejército que salió a la calle y no los dejó llegar hasta el Palacio.

7 p.m. Sobre esa hora cayó un aguacero espantoso, como la gente había volteado e incendiado los tranvías, el fuego se propagó por el centro pero no hubo necesidad de que salieran los bomberos, el agua los apagó.

10 p.m. Tuvimos que esperar con mi hermano Mainardo, hasta que nos recogieran a pie mi mamá y mi tío Mario Mirkow, (italiano casado con mi tía Teresa Ospina). Él nos llevó luego con Regina y Gladys, a ver cómo había quedado al centro, era aterrador, los tranvías incendiados con las ruedas hacia arriba . Sigo sin entender cómo acabaron el medio más importante de movilización de los bogotanos con la destrucción de los rieles que atravesaban la ciudad de norte a sur y viceversa, eso fue tenaz¨.

10 de abril. Sin noticias de mi abuelo que seguía en Girardot, mi abuela con sus 4 hijos, le hicieron frente a la situación: ¨Bogotá fue un caos, no salimos durante tres meses, no hubo buses y escondieron los taxis. Cerraron plazas de mercado y tiendas de barrio¨, anota Italia, mientras Regina rememora: ¨no se conseguía carne, pollos ni huevos, yo tenía un novio que cada mañana nos traía pan ya que vivía al frente de una panadería y unas cuantas papas, entre los vecinos éramos muy solidarios¨.

Italia cuenta que: ¨en nuestro barrio repartía la leche el general Piedrahíta, el carbón don Julio de Brigard, dueño de Carboneras en Usaquén. Todo sin costo alguno. Mi mamá guardaba un billete de 50 pesos como ahorro, que nunca utilizó pensando que mi papá no fuera a regresar a pesar de la insistencia de mi hermana Gladys¨.  

Finales de abril de 1948. Mi abuelo estaba desesperado sin comunicarse con su familia en Girardot, con el transporte intermunicipal suspendido, sin teléfonos ni conexión posible y la violencia bipartidista que se había extendido a otras regiones. Casi al mes llegó en tren a la Estación de la Sabana, con Teodoro y un costal de comida.

Empezaría para entonces la ´Época de la Violencia´, un capítulo largo y sangriento y llegaría la recesión económica para nuestro país . Finaliza la tía Italia este relato: ¨a mi papá se le acabaron los contratos, por tanto era momento de tomar decisiones, resolvió con el visto bueno de mi mamá, vender la casa de Bogotá e irnos a vivir a la finca en Circasia un año.  En 1950 nos instalamos en Cali, pero esa será otra historia…¨.

Ilustración de portada. Diseñadora Paula Henao. Fuentes citadas. Gracias a la narración de mi madre y mi tía, Regina e Italia Bernardi, se han reconstruido los hechos vividos por la familia Bernardi Ospina en esa época. Hay fragmentos de un trabajo realizado por Claudia Rengifo Gayerre, para su colegio. Archivo fotográfico: familia Bernardi Ospina.

(1*) Antonio Bernardi de Fina nació en Ponte Nelle Alpi, provincia de Belluno, Italia (6-10-1900), hijo de Teodoro Bernardi y Regina De Fina. Murió en Cali (Colombia) (25-03-1977). (2*) Camila Ospina Mejía, nació (6-04-1905) en Pereira, departamento de Risaralda – hija de Luis María Ospina y Ana Joaquina Mejía. Murió en Cali, Colombia (11-10-1970).

Así superé el Coronavirus en Italia

En esta paz he vivido los últimos veinte años de mi vida, en una localidad más pequeña que Cerrito o Guacarí en el Valle del Cauca (Colombia). Ni en mis peores pesadillas habría imaginado ver la locura que estamos viviendo en este momento.

Por Liliana Velásquez Urrego desde Italia*. Fiorenzuola d’Arda es un pequeño pueblo de 15 mil habitantes en la provincia de Piacenza, norte de Italia. Un pueblo que mi madre define como “Muy bello, pero demasiado tranquilo”. Todos se conocen. Los ancianos de ochenta años aún usan la bicicleta y los niños van caminando a la escuela.

En esta paz he vivido los últimos veinte años de mi vida, en una localidad más pequeña que Cerrito o Guacarí en el Valle del Cauca (Colombia). Ni en mis peores pesadillas habría imaginado ver la locura que estamos viviendo en este momento.  

Fiorenzuola d’Arda (provincia de Piacenza)

Nunca nos iba a tocar. La China parecía demasiado lejana y las noticias que llegaban nos hacían creer que el Covid-19 nunca nos iba a tocar. Cuando la información del primer contagio en la población de Codogno, llegó al pueblo, recuerdo que estaba sentada en una pizzería con mi esposo y mi hijo. Todos hablaban de la reciente noticia y comenzó la preocupación, pues Codogno queda a 40 kilómetros de nuestra casa. Estábamos terminando de comer y ya había llegado una comunicación de la escuela de mi hijo con la noticia de la suspensión de clases.

Codogno, zona roja. En ese momento nuestra vida cambió. Habían cerrado Codogno, declarándola zona roja por los casos que empezaron a aparecer. Sin embargo, había en nosotros mucha ignorancia sobre la enfermedad. Pensamos que con esa medida todo se iba a solucionar. Los bares y restaurantes seguían abiertos, al igual que los almacenes y centros comerciales.  

Portadores sanos. La noticia del primer paciente enfermo la recibimos el 21 de febrero. No lo sabía, pero mi esposo Alberto y yo, ya nos habíamos contagiado. Éramos portadores sanos y, seguramente, habíamos contagiado a muchas personas.

Al parecer desde diciembre ya se habían presentado los primeros casos en el norte de Italia. Según datos publicados por el periódico Libertá de Piacenza el 30 de diciembre de 2019,  en una semana  el hospital de esta ciudad  recibió cuarenta  pacientes por una supuesta ´influenza´. Ningún médico pensó en hacer exámenes de laboratorio a los pacientes que se habían presentado a urgencias. ´Casualmente´ todos ancianos. Probablemente el Covid-19 ya andaba silencioso entre nosotros.

La crisis. En menos de una semana empezamos a enfermar. Los síntomas me recordaban un dengue que había tenido hace unos años en Colombia: dolor en todo el cuerpo, fiebre, debilidad, malestar, dolor de cabeza. Mi esposo estaba igual y nosotros seguíamos pensando que teníamos ´influenza´. La preocupación llegó cuando el médico de familia nos dijo que no podíamos ir a su consultorio y, mucho, menos ir directamente al hospital porque teníamos los síntomas del Coronavirus. 

Oficialmente sanos. Noticia confirmada cuando mi esposo empezó a tener problemas respiratorios y terminó en Urgencias. Tuvimos suerte, porque aún había médicos disponibles y tuvo una atención oportuna. Regresó a casa el mismo día con el diagnóstico: pulmonía interstizial de Coronavirus. Fueron días muy duros,  pero ahora estamos bien. Oficialmente sanos. Gracias, además, a medicinas naturales y, sobre todo, actitud positiva. 

Fiorenzuola d’Arda, la pesadilla de un pueblo contagiado. Sin embargo, muchas personas en nuestro pueblo aún no han tenido la suerte nuestra y han fallecido. Hasta el momento 125. Todos esos ataúdes que se ven en las noticias de televisión en fila, llevan amigos nuestros, vecinos, familiares. Llevan al señor que hacía el capuccino en el bar de la Via Emilia, al primo hermano de mi esposo, a la mamá de una de mis amigas más queridas. Muchos de esos muertos tienen una cercanía a nosotros.

Hay quienes han visto partir a sus seres queridos en una ambulancia y quince días después de la muerte no han recibido siquiera sus cenizas.  Otros han tenido que despedir familiares con una video llamada de una enfermera.

Mantener en alto la moral de la familia. Decidí dejar de llorar y agradecer la oportunidad que me está dando la vida, la felicidad de saber que estoy bien y de ver sanos a mi hijo Alexandro y a mi esposo Alberto. Decidí mirar menos noticias y dedicarme a otras actividades en casa. El miedo baja las defensas. Un modo de huir un poco de esta realidad para sobrevivir y mantener en alto la moral de la familia. Me he dedicado a hacer meditación, a hacer ejercicio, a leer, a escribir. Hoy quise escribir estas líneas. Puede ser que alguien las lea, se quede en su casa y salve la vida de muchas personas más.  Puede ser que alguien tome conciencia y evite la pesadilla que nosotros hemos tenido que vivir.

http://www.labernardi.com/historias-de-hoy/
Lea la segunda parte de esta historia

* Comunicadora caleña radicada en el norte de Italia. Amante del arte, la cocina y los viajes.

Italia no se rinde ante el virus y prepara plan económico para resurgir

Por Irene Garcés Medrano (Liguria). El  drama de quienes huyen de la guerra y la pobreza hacia el viejo continente, pasó a segundo plano ante la propagación de la pandemia del Sars-Cov-2 (Coronavirus), que pone al descubierto la fragilidad del sistema sanitario de países considerados ricos  y se insinúa como una amenaza devastadora en el resto del mundo.

Es difícil cambiar las palabras que describen la belleza por el lenguaje que narra el dolor, la tragedia y la angustia, que no son las emociones habituales de un drama lírico, sino la cruda realidad. Una desgarradora verdad en la que los difuntos viajan en camiones del ejército hacia otro pueblo porque en los pueblos más afectados por el virus,  los hornos crematorios no son suficientes. Es un momento delicado que obliga al país de Dante Alighieri, a aunar fuerzas para superar el periodo más difícil de su historia después de la Segunda Guerra Mundial: con un total de 69176 personas contagiadas y 6820 personas fallecidas, sin distinción entre aquellas que han fallecido a causa del virus y quienes (con el virus) por patologías segundarias.

Enemigo silencioso. Se trata de una guerra en la que el enemigo no es la invasión anunciada de prófugos con la que en meses pasados, algunos políticos incrementaron el consenso. Paradójicamente, el invasor indeseado no llegó en chalupas a través del Mediterráneo. El  temido enemigo entró cuando y donde menos se le esperaba, cuando todos mirábamos a la China en sus afanes  por erradicarlo, cuando en el mes de febrero, una pareja de turistas chinos de paseo por Roma, resultó positiva al codiv19, de inmediato fue puesta en cuarentena, al igual que el resto de la comitiva.  Situación que una vez  bajo control, aseguró a todos que salvo algunas, precauciones, la vida en la península continuaba, y sobre todo, la China era distante.  

Primera Zona Roja en Italia: entretanto, el enemigo que no era un prófugo de guerra sino un nuevo virus,  llegó a algunas provincias de la región de Lombardía.  Silencioso y sin reflectores, por medio de un estudio realizado por investigadores del Hospital Sacco de Milano, se pudo reconstruir el recorrido del Virus Sars2Cov, que de la China llegó a Alemania y de allí a Codogno (Lodi), donde  empezó a propagarse en una de las zonas más ricas y pujantes del norte del país, desencadenando una emergencia nacional que obligó al gobierno a seguir el modelo experimentado en Wuhan, declarando la Primera Zona Roja, el pasado 7 de marzo.  Mientras tanto, en uno de los hospitales de Roma, la convalecencia de la pareja de turistas chinos, positivos al virus, concluyó positivamente.

Cae la curva del contagio. Son ya varios días que la curva del contagio por el Codiv19 en Italia empieza a presentar un ligero descenso, aunque por el momento, la palabra clave es la prudencia. Esta podría ser una semana crucial para entender si las medidas adoptadas en lo que va desde el primer brote del virus, se revelarán eficaces en la lucha contra la epidemia del Codiv19 . De otra parte, se incrementó el uso de  la tecnología. En ciudades como Nápoles, hoy se hicieron controles con drones para detectar personas que no respetan las reglas. También se proyecta la utilización de una app que permitirá trazar el mapa de los movimientos de individuos positivos al virus y enviar alertas para evitar nuevos contagios.

Un último esfuerzo para derrotar el Codiv19. A partir de este miércoles entraron en vigor las nuevas medidas que comprenden el cierre total de todas las actividades productivas que no son indispensables para garantizar bienes esenciales. En cambio, los supermercados, farmacias y parafarmacias permanecen abiertos. También se garantizan los servicios bancarios, postales, de seguros, financieros y de transporte. El anuncio lo hizo el primer ministro, Giuseppe Conte, quien trabaja en sinergia con un equipo de especialistas del Instituto Superior de la Sanidad y el director de la Protección Civil, organismo que coordina las emergencias.

Unidos como en una cadena a protección de la vida. El reto del gobierno italiano es hacer respetar el tiempo del aislamiento social para reducir el contagio y estimular y sostener las empresas y actividades productivas. Pero el Estado está presente -asegura Giuseppe Conte- nunca como ahora, nuestra comunidad debe unirse fuerte como una cadena de protección del bien más importante, la vida. “Si un solo anillo cediera, esta barrera de protección se vendría a menos, exponiéndonos a peligros más importantes para todos, lo hacemos porqué amamos Italia, pero no renunciamos al coraje y a la experiencia del futuro, unidos podremos lograrlo”: reiteró el profesor Conte.

La UE, anula el Pacto de Estabilidad. Por su parte la Unión Europea, en respuesta a la solicitud del Premier italiano, suspendió los vínculos del Pacto de Estabilidad para permitir abolir el balance parejo para obtener mayor liquidez económica.

Conte: instituir el nuevo “Corona bond”. La segunda iniciativa de Giuseppe Conte, a la cual adhirieron países como Francia, Irlanda, Bélgica, Luxemburgo, Grecia, Eslovenia, España y Portugal,  a través de una carta enviada al Presidente del Consejo de Europa, Charles Michel, es la emisión de los llamados “Corona bond”, para financiar la adquisición de material útil a la lucha para erradicar el coronavirus.

 Es todo un engranaje complicado en el que la mínima restricción en la población desata una cadena de efectos  que a veces pueden ser contraproducentes.  Obligar a las personas a quedarse en casa, exige amortiguadores sociales para asumir la emergencia, y también garantías sanitarias a quienes durante la cuarentena deben trabajar para asegurar servicios esenciales. Flexibilidad para favorecer la reconversión voluntaria de algunas empresas, que puedan suplir a las necesidades de la emergencia, como mascarillas, respiradores, para contrarrestar la dependencia de las importaciones en caso de emergencia da lugar a la especulación.  

La línea de la transparencia. Todo ello exige una mediación entre las diferentes partes sociales. El Premier Conte explicó que desde el comienzo escogió la línea de la transparencia, la línea del compartir,  escogió no minimizar, no esconder la realidad que cada día se presenta frente a nuestros ojos: “he elegido hacer que todos ustedes participen en el desafío al que estamos llamados a enfrentar”, concluyó,  el profesor Giuseppe Conte, quien se ha ganado la confianza de la mayoría de los italianos, que hoy consideran el “abogado del pueblo” -como se autodefinió en su primer discurso en el Parlamento-,  el número uno, entre los políticos italianos.

La llegada más adelantada del equinoccio de primavera en 124 años

Por Irene Garcés Medrano*. La primavera comienza el 21 de marzo,  pero este año inició exactamente a las 4:49, hora italiana, del viernes 20 de marzo. Es la llegada más adelantada en 124 años.

Como lo explica el cotidiano Fanpage.it,  la fecha y el horario exacto del equinoccio de primavera, tienen que ver con los años bisiestos y el calendario gregoriano, que significa que la línea que divide la parte iluminada de la Tierra de aquella oscura (es decir, donde es noche) es exactamente perpendicular a la línea del Ecuador, es decir, pasa por el Polo Norte y por el Polo Sur. En este momento la noche y el día tienen la misma duración.

Los años bisiestos. ¿Por qué esto no sucede siempre en la misma fecha, el usual 21 de marzo? Porque el calendario, que nos dice que un año es hecho de 365 días, en realidad no es así acentuado, debido a que el planeta cumple una órbita entorno al Sol precisamente en 365 días, 6 horas, 9 minutos y 10 segundos. 

Para evitar que esta discrepancia, a la larga,  provocase problemas de calendario, se introdujeron los años bisiestos, como lo es el 2020. Al mes de febrero se le agrega un día y de 28 pasa a 29 días.  El calendario gregoriano, introducido en el 1582 por el Papa Gregorio XIII, provee que los años bisiestos son aquellos divisibles entre 4 y los años socolares (ejemplo 1700, 1800…) solo si divisibles entre 400.  El 1900, por ejemplo, no era bisiesto por qué no divisible por 400. Viceversa el 1600, fue bisiesto por el mismo motivo. El 2000 igual, aunque porqué dividido por 400 es igual a 5.  Dicha corrección es necesaria porqué el tiempo que sirve a la Tierra para cumplir una órbita alrededor del Sol es 365 días, 0,24219 días.  Esto gracias a los años bisiestos.  A pesar de esta compensación, de todos modos, el calendario no es preciso y algún retardo o anticipación existe.

El equinoccio de primavera y la pascua Dichos retardos hacen que el momento del equinoccio de primavera sea diverso de año en año, pues puede caer en un día comprendido entre el 19 y el 20 de marzo.  Desde el 2007 la primavera llega el 20 y será así hasta el 2102.  En el 2102, el equinoccio de primavera, será de nuevo el 21 de marzo. Una fecha, esta del 21 de marzo, que es crucial para la Pascua Cristiana,  que se celebra el domingo sucesivo a la primera luna llena de primavera.  Este Principio fue establecido después del primer concilio ecuménico cristiano  en Nicea, en el 325, precedido por el emperador Constantino I. 

* Caleña radicada en en norte de Italia desde hace casi tres décadas, comunicadora, hortelana, cocinera y viajera por convicción

Forza Italia!!!!!!!!

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El corazón de América Latina está contigo, somos solidarios con la población italiana en estos momentos en que se ha puesto a prueba su capacidad para hacerle frente a una amenaza de proporciones desconocidas para las nuevas generaciones. El tiempo nos mostrará que Italia saldrá fortalecida y que resurgirá para reinventarse como la historia ya lo ha demostrado. #ForzaItalia 

´8 de marzo´ de Gioconda Belli

Este poema 8 de marzo escrito especialmente para el Día Internacional de las Mujeres, de la autora nicaragüense, de origen italiano, Gioconda Belli, lo comparte el colectivo de Agenda Mujer, publicación editada en Cali (Colombia) desde hace 25 años por el Grupo ´Las Siete´ para construir referentes libertarios para la mujer actual.

Belli como militante que fue del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y como escritora comprometida con la defensa de los derechos y las libertades de las mujeres, ha alzado su voz para denunciar las violencias cometidas contra las mujeres.