Así superé el Coronavirus en Italia

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En esta paz he vivido los últimos veinte años de mi vida, en una localidad más pequeña que Cerrito o Guacarí en el Valle del Cauca (Colombia). Ni en mis peores pesadillas habría imaginado ver la locura que estamos viviendo en este momento.

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Por Liliana Velásquez Urrego desde Italia*. Fiorenzuola d’Arda es un pequeño pueblo de 15 mil habitantes en la provincia de Piacenza, norte de Italia. Un pueblo que mi madre define como “Muy bello, pero demasiado tranquilo”. Todos se conocen. Los ancianos de ochenta años aún usan la bicicleta y los niños van caminando a la escuela.

En esta paz he vivido los últimos veinte años de mi vida, en una localidad más pequeña que Cerrito o Guacarí en el Valle del Cauca (Colombia). Ni en mis peores pesadillas habría imaginado ver la locura que estamos viviendo en este momento.  

Fiorenzuola d’Arda (provincia de Piacenza)

Nunca nos iba a tocar. La China parecía demasiado lejana y las noticias que llegaban nos hacían creer que el Covid-19 nunca nos iba a tocar. Cuando la información del primer contagio en la población de Codogno, llegó al pueblo, recuerdo que estaba sentada en una pizzería con mi esposo y mi hijo. Todos hablaban de la reciente noticia y comenzó la preocupación, pues Codogno queda a 40 kilómetros de nuestra casa. Estábamos terminando de comer y ya había llegado una comunicación de la escuela de mi hijo con la noticia de la suspensión de clases.

Codogno, zona roja. En ese momento nuestra vida cambió. Habían cerrado Codogno, declarándola zona roja por los casos que empezaron a aparecer. Sin embargo, había en nosotros mucha ignorancia sobre la enfermedad. Pensamos que con esa medida todo se iba a solucionar. Los bares y restaurantes seguían abiertos, al igual que los almacenes y centros comerciales.  

Portadores sanos. La noticia del primer paciente enfermo la recibimos el 21 de febrero. No lo sabía, pero mi esposo Alberto y yo, ya nos habíamos contagiado. Éramos portadores sanos y, seguramente, habíamos contagiado a muchas personas.

Al parecer desde diciembre ya se habían presentado los primeros casos en el norte de Italia. Según datos publicados por el periódico Libertá de Piacenza el 30 de diciembre de 2019,  en una semana  el hospital de esta ciudad  recibió cuarenta  pacientes por una supuesta ´influenza´. Ningún médico pensó en hacer exámenes de laboratorio a los pacientes que se habían presentado a urgencias. ´Casualmente´ todos ancianos. Probablemente el Covid-19 ya andaba silencioso entre nosotros.

La crisis. En menos de una semana empezamos a enfermar. Los síntomas me recordaban un dengue que había tenido hace unos años en Colombia: dolor en todo el cuerpo, fiebre, debilidad, malestar, dolor de cabeza. Mi esposo estaba igual y nosotros seguíamos pensando que teníamos ´influenza´. La preocupación llegó cuando el médico de familia nos dijo que no podíamos ir a su consultorio y, mucho, menos ir directamente al hospital porque teníamos los síntomas del Coronavirus. 

Oficialmente sanos. Noticia confirmada cuando mi esposo empezó a tener problemas respiratorios y terminó en Urgencias. Tuvimos suerte, porque aún había médicos disponibles y tuvo una atención oportuna. Regresó a casa el mismo día con el diagnóstico: pulmonía interstizial de Coronavirus. Fueron días muy duros,  pero ahora estamos bien. Oficialmente sanos. Gracias, además, a medicinas naturales y, sobre todo, actitud positiva. 

Fiorenzuola d’Arda, la pesadilla de un pueblo contagiado. Sin embargo, muchas personas en nuestro pueblo aún no han tenido la suerte nuestra y han fallecido. Hasta el momento 125. Todos esos ataúdes que se ven en las noticias de televisión en fila, llevan amigos nuestros, vecinos, familiares. Llevan al señor que hacía el capuccino en el bar de la Via Emilia, al primo hermano de mi esposo, a la mamá de una de mis amigas más queridas. Muchos de esos muertos tienen una cercanía a nosotros.

Hay quienes han visto partir a sus seres queridos en una ambulancia y quince días después de la muerte no han recibido siquiera sus cenizas.  Otros han tenido que despedir familiares con una video llamada de una enfermera.

Mantener en alto la moral de la familia. Decidí dejar de llorar y agradecer la oportunidad que me está dando la vida, la felicidad de saber que estoy bien y de ver sanos a mi hijo Alexandro y a mi esposo Alberto. Decidí mirar menos noticias y dedicarme a otras actividades en casa. El miedo baja las defensas. Un modo de huir un poco de esta realidad para sobrevivir y mantener en alto la moral de la familia. Me he dedicado a hacer meditación, a hacer ejercicio, a leer, a escribir. Hoy quise escribir estas líneas. Puede ser que alguien las lea, se quede en su casa y salve la vida de muchas personas más.  Puede ser que alguien tome conciencia y evite la pesadilla que nosotros hemos tenido que vivir.

http://www.labernardi.com/historias-de-hoy/
Lea la segunda parte de esta historia

* Comunicadora caleña radicada en el norte de Italia. Amante del arte, la cocina y los viajes.

Autor: Isabella Prieto

Caleña colombo italiana. Comunicadora, periodista y opinadora incorregible.

16 opiniones en “Así superé el Coronavirus en Italia”

  1. Bellissima questa idea. Ma se può aiutare mi sento di dire che dobbiamo tutti quanti tenere alte le nostre vibrazioni perché la paura ci abbassa le difese immunitarie . Danziamo preghiamo e ridiamo per alimentare la nostra anima.

    1. Querida amiga doy gracias a Dios porque ha sido él por medio de tus cuidados y de las medicinas que se han curado, yo vivo en Guatemala y acá estamos en cuarentena y el presidente ordenó toque de queda para que la gente se quede en casa y así evitar el contagio masivo.
      Sabes, amo a Italia y a toda su gente y a todo lo que tiene que ver con tu hermoso país aunque no lo conozco pero he conocido un poquito de él por medio de este grupo maravilloso.
      Cuidate y espero saber más acerca de tu vida pues comparto el gusto por la gastronomía con tigo pues soy una chef que ama cocinar.
      Besos y saludos a tu linda familia
      Atentamente
      Sandra Lemus

      1. Hola Sandra, gracias por tu mensaje, como verás La Bernardi tiene escritos de varios colaboradores, el artículo es de Liliana Velasquez a quien transmitiré su mensaje. Yo soy Isabella, La Bernardi, la autora y editora del blog, me encantaría ya que dices que eres chef a compartir un artículo tuyo de una receta para el blog, como verás varias personas han escrito su receta preferida.

  2. Extraordinario relato en el que se evidencia la importancia de observar y conocer la realidad para poder afrontarla así como es.
    Gracias!

    1. Isabella gracias por tu reportage llevo de positivism. Aunque la vida sigue debemos ser concientes de este gran virus que ahora tambien nos ataca aca en la.Florida donde vivo

      Nos estamos preparando y tenemos confianza que pronto esto pasara.

      Un abrazo

  3. Que bendición que hoy sea una prueba superada para ella y su familia. Grscias por compartir su experiencia.
    Conozco a Liliana Velasquez por que estudiamos juntas en el mismo colegio en cali «La Sagrada Famimia» y nos transportaba la misma ruta la 9.
    Un abrazo!!

  4. Hola Isabella. Qué gusto leer esos buenos artículos que publicas. Muy bien por Liliana y gracias a Dios superó esa crisis que en estos momentos sigue afectando la mayor parte del planeta. Lastimosamente en Chile, Colombia y Australia, países con los que tenemos lazos afectivos, también estmos enfrentando esta pandemia con resultados desoladores. Un fuerte abrazo 🙏🏼.

  5. Hola te escribo desde Perú y leí todo lo que te acontenció con el coronavirus en tu ciudad, me encantó tu mensaje y la fuerza que inspiras. Tengo un amigo en Piacenza de hace muchos años y no tuve más contacto con el ya tiempo, quizá por ello me afectó mucho conocer tu drama y el que muchos pasan por perder a sus seres queridos. Muy valiente tu relato.
    En Perú actualmente más de 11,000 muertes y tratando de cuidarnos mucho para no contraer este virus.
    Gracias por tu mensaje

    1. Gracias Rosa María, le compartiré su mensaje a la escritora de este artículo, Liliana Velásquez. Desde Colombia, un saludo especial y esperemos que tanto en el Perú como en mi país, pase esta situación difícil que nos ha puesto a prueba de muchas maneras.

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